En estos días en los que una generación se divierte con juegos virtuales, por cada persona en edad de retiro existen 10 jóvenes trabajando, pero a sus miembros les espera un reto generacional: para 2024 serán ocho en promedio los que cooperen en la encomienda de pagar la seguridad social de cada anciano y ese número ya sólo irá a la baja, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Especialistas advierten que para evitar un futuro de suma austeridad, sólo la implementación de estrictas políticas que generen una mejor educación de la población son las que contendrán el problema y el escenario actual no les genera optimismo.
De no hacer nada para enfrentar la realidad que se avecina, los sistemas de salud, de seguridad social, la misma economía, enfrentarán una catástrofe, advirtió Patricia Chemor Ruiz, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo).
"No habría pensiones que cubrieran las necesidades de los adultos mayores y además estos estarían llegando con enfermedades degenerativas o muy caras", explicó.
Sus estimaciones anuncian que en 2030 serán seis y para 2050, por cada adulto habrá cinco jóvenes aportando para la seguridad social de los adultos mayores, con lo que a partir de la siguiente década México ingresará de lleno a la categoría de las naciones en envejecimiento.
Destacó que el bono demográfico de México, durante el cual aumentó la población en edad de trabajar en relación a la población dependiente, se terminará en 2024, y para 2030 los adultos mayores representarán el 15 por ciento de la población.
CUOTAS INSUFICIENTES
"Si la tasa de crecimiento poblacional no cambia su tendencia, no habrá personas que con sus cuotas y pagos de impuestos nos permitan acceder a las prestaciones a las que tienen derecho las personas que llegan la vejez", dijo por su parte Salvador Rivas, secretario académico de la carrera de economía de la Universidad Panamericana (UP).
El bono demográfico es una condición que ofrece situaciones particularmente favorables para incrementar el crecimiento, la productividad y acumular riqueza financiera, sin embargo México no tuvo suficiente visión ni antelación para aprovechar esta circunstancia demográfica, reclamó Roberto Ham Chande, profesor-investigador del Departamento de Estudios en Población del Colegio de la Frontera Norte.
Se tienen que establecer programas de inversión en salud, educación y retiro, de no hacerlo no habrá recursos para enfrentar las necesidades de los adultos mayores, expuso Rodolfo Tuirán, investigador especializado en temas demográficos.
"Hoy en día la población de 60 y 65 años y más aumenta muy rápidamente por los crecientes niveles de sobrevivencia, si esto continúa en las próximas décadas (…) trastocará todo, desde el tipo de servicios que se ofrecen a estas personas, el papel de la seguridad social y de las instituciones de salud.
Chemor, de la Conapo, destacó que para atajar el creciente número de pacientes con enfermedades como cáncer y diabetes, ya realizan acciones de prevención por medio de convenios con el Instituto Nacional de Geriatría.
POBLACIÓN MUNDIAL Y CAMBIOS
Actualmente la edad promedio en el mundo es de 30 años y de 27 en México. Para 2050 se estima que a nivel global rondará en los 36 y llegará a 42 años en 2100, en México el envejecimiento será más abrupto, llegará a 41 años en 2050 y a 51 años en 2100, según información de la Comisión Nacional de Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), basadas en estudios de las Naciones Unidas.
Los países donde ya se presentan cambios demográficos y que realizaron modificaciones para enfrentar esta situación son: Japón, España, Holanda, Dinamarca, Hungría y República Checa.
Francisco Alba Hernández, profesor-investigador del área de demografía y estudios de población del Colegio de México, afirmó que los países asiáticos sacrificaron ciertas cuestiones de lujo y de consumo de las personas mayores y de los adultos para dedicarles más recursos a los niños, particularmente en salud y educación.
"Eso les reditúo que cuando llegaron los cambios demográficos, estos niños crecieran con mejor salud, mejor educación y más productividad, cosa que no hicieron los países latinoamericanos, que no hizo México y estamos viendo los ejemplos de lo que seguimos haciendo mal", reiteró.
Agregó que en un país donde hay educación, la gente procura tener salud, busca trabajar y ser productivo, piensa a futuro.
"Estamos en la parte final (del bono demográfico), todavía se puede, con visión aprovechar y es lo que se está intentando hacer, con el tema educativo por ejemplo, que es una asignatura muy deficiente en México", subrayó Ham Chande.