En los primeros meses de este 2020, el Grupo Financiero HSBC registró utilidades antes de impuestos por cuatro mil 564 millones de pesos, una caída de 50.6 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, que alcanzó nueve mil 235 millones de pesos; excluyendo ingresos extraordinarios, la caída de las utilidades fue de 42.5 por ciento.
La cartera de crédito neta fue de 379.7 mil millones de pesos al cierre de septiembre, un decremento de 18.7 mil millones o 4.7 por ciento en comparación con el año pasado.
El índice de morosidad al 30 de septiembre de 2020 fue de 2.6 por ciento, en comparación con el 1.8 por ciento reportado al 30 de septiembre de 2019.
HSBC México explicó que ha adoptado su plan de continuidad del negocio para ayudar a garantizar la seguridad y el bienestar del personal, así como la capacidad para apoyar a sus clientes manteniendo resiliencia operativa.
"Tras el programa para mitigar el impacto del COVID-19, publicado por el regulador en marzo y junio de 2020, hemos iniciado medidas para ayudar a nuestros clientes en estos tiempos difíciles, incluida la asistencia hipotecaria, la exención de ciertas tarifas y cargos, y el alivio de liquidez para las empresas que enfrentan incertidumbre en el mercado y la interrupción de la cadena de suministro", indicó.
En el análisis realizado por el grupo financiero, en caso de que el brote de COVID-19 continúe causando interrupciones en la actividad económica, se espera que provoque un aumento en las pérdidas crediticias esperadas, una reducción en los ingresos debido a menores volúmenes de préstamos y transacciones, y menores tasas de interés que impactarán negativamente los ingresos netos por intereses.
Además del riesgo de crédito, el brote de COVID-19 podría tener impactos en el capital y la liquidez.