La industria automotriz será una de las primeras en abrir en el reinicio de las actividades económicas en el país y con ellas podrán abrir muchas ramas de su cadena de proveeduría, dijo Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin).
"El 17 de mayo empezarán abrir, empezando que no choque con la curva de salud, pero uno de los sectores y viendo la economía regional que tenemos con Estados Unidos y Canadá es la automotriz y derivado de esta industria habrá muchas ramas que pueden entrar como la textil, coberturas de piel, llantas, autoparteros, etc.", dijo.
La Concamin está en pláticas con las secretarías de Economía y del Trabajo, así como con el IMSS para preparar los protocolos de acompañamiento de la reapertura de la actividad productiva nacional.
Cervantes apuntó que se está trabajando con el Gobierno para determinar el mapa regional en donde es más factible empezar la reapertura, pero a la par se está midiendo la curva de contagios y su comportamiento, por lo que es indispensable la disponibilidad de pruebas.
"Queremos meter pruebas rápidas y de bajo costo, porque lo último que queremos es tener problemas de muertes dentro de las fábricas. Lo más importante en la industria son los trabajadores", dijo el líder de los industriales.
La integración de México en el bloque económico comercial de Norteamérica, hace del sector automotriz el candidato para ser el primero en retomar sus actividades y será de manera gradual, no con la totalidad de los trabajadores y por regiones, explicó Cervantes.
Después de la industria automotriz, que sería la prioritaria para reabrir y eso de manera regional, el presidente de la Concamin señaló a la industria de la construcción y vivienda, de las que se abrazan 37 ramas.
La emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 ha detenido las actividades consideradas no esenciales desde el 30 de marzo.
Seis propuestas para la etapa de reapertura
Establecer mesas de trabajo entre el sector público y privado por sectores industriales para crear rutas críticas de reapertura es primordial, y es la primera de las seis propuestas que la Concamin ha definido para la etapa de reactivación de la economía.
La reapertura de la actividad debe tener una coordinación entre el Gobierno y la industria, sobre cuáles serán los criterios de atención hacia el mercado interno, sin olvidar a las cadenas de valor globales.
Habrá que definir los sectores estratégicos y sus cadenas de valor, para asegurar la recuperación de la economía nacional tomando en cuenta su contribución en materia de creación de empleo formal, desarrollo de mercado interno, soporte a proyectos estratégicos del Gobierno, vinculación con el T-MEC y la Unión Europea; la sustitución de importaciones que permitan acelerar el crecimiento de México y generen atracción de inversión.
Proponen conformar un programa de reactivación y reconstrucción económica del país que defina la velocidad para recuperar el crecimiento y que haga posible mitigar los efectos sociales negativos que cause la recesión.
Los dos puntos finales de su planteamiento se enfocan a la definición de los proyectos de infraestructura en los que pueda participar el sector privado, tanto en la civil como en energía.