La Inversión Extranjera Directa (IED) que ingresó al país durante el periodo enero-septiembre de 2020 ascendió a 23 mil 482 millones de dólares, lo que representó un desplome de 9.9 por ciento en comparación del mismo lapso del año anterior, reveló la Secretaría de Economía.
Esta caída es la más alta para un periodo similar desde 2014, año en el que la IED disminuyó 45.7 por ciento a tasa anual. Cabe recordar que las cifras de inversión foránea de ese periodo se vieron alteradas por dos transacciones atípicas que alteraron las bases comparativas (inversionistas mexicanos compraron acciones de América Móvil en 2014 y la empresa belga AB Inbev adquirió Grupo Modelo en 2013).
Sin contar estas dos transacciones, según un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), la IED del tercer trimestre de 2014 habría crecido 38.85 por ciento, por lo que la caída del 2020 sería la más alta desde la crisis financiera de 2009, fecha en la que los flujos foráneos cayeron 37.2 por ciento a tasa anual.
El tercer trimestre ha sido el más débil en recepción de IED en lo que va del año, ya que solo ingresaron 2 mil 482 millones de dólares, mientras que en el primer trimestre se recibieron 13 mil 953 millones de dólares, y en el segundo trimestre ingresaron 7 mil 92 millones de dólares.
Economía débil
Jesuswaldo Martínez, investigador económico del Instituto Belisario Domínguez, señaló que el comportamiento de la IED reaccionó a dos factores.
"En primer lugar, a la debilidad en la restitución de las cadenas globales de valor a causa de la pandemia, lo que ha reducido los flujos de inversión y como segundo punto, las decisiones de política pública para atenuar, en tiempo y profundidad, los efectos de la epidemia de COVID-19 y para promover la recuperación económica", detalló el especialista.
El especialista detalló que los apoyos en política económica han sido muy limitados, pues apenas llegan al 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en otros países el apoyo ha alcanzado el 15 por ciento, como es el caso de EU.
"De continuar con una estrategia como la implementada hasta ahora, la IED podría reducir incluso aún más sus flujos dentro del país en los próximos meses, lo que debilitaría a su vez las expectativas de crecimiento y de recuperación del empleo formal, además, todavía se vislumbran escenarios de una segunda ola de contagios y la presencia de dificultades presupuestales e institucionales para implementar la vacuna contra el SARS-Cov-2", indicó Martínez.
En contraste, la Secretaría de Economía hizo énfasis en que la contracción de la IED se debió principalmente a los efectos de la pandemia del COVID-19, ya que la debilidad de este indicador se ha observado a nivel mundial.
Incertidumbre, el freno
Hacia el futuro, Miguel González Ibarra, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM, prevé que la inversión extranjera no va a repuntar mientras continúe la incertidumbre sobre las políticas del gobierno actual.
"Es necesario que se restablezca la institucionalidad, el Estado de derecho y se cumplan los compromisos adquiridos en el T-MEC en materia energética y laboral", apuntó.
En tanto, Ernesto Acevedo, subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía prevé que los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), se mantendrán en niveles similares a los del año pasado.
La dependencia tiene la esperanza de que la recuperación de la IED esté en proceso, ya que varias empresas ya han anunciado nuevas inversiones en el país, como IEnova, Volkswagen, Ford, Amazon, FedEx, DHL, Nestlé, Walmart, Shell y Ternium, entre otras.