Han planeado rutas de salida, han abierto cuentas bancarias en otros países y se han asegurado pasaportes extranjeros.
Pero, al menos por ahora, la mayoría de los inversores de alto patrimonio neto de Hong Kong se quedan en la ciudad, lo que alivia el temor a que la nueva ley de seguridad nacional de la ciudad provocase una oleada de salidas de capital.
Las retiradas han sido mínimas desde que la ley entró en vigor el 30 de junio, en parte porque los inversores ricos todavía están evaluando cómo el control más firme de Hong Kong por parte del Gobierno chino afectará los precios de los activos y el entorno empresarial a largo plazo, según ejecutivos de cuatro gestoras de patrimonio de Asia, quienes pidieron que no se revelara su identidad porque se trata de información privada.
Los detractores de la legislación han argumentado que socavará el papel de Hong Kong como centro financiero, pero algunos inversores adinerados están abiertos a una narrativa alternativa -apoyada por el Gobierno de Hong Kong y los magnates más ricos de la ciudad-, de que la ley ayudará a estabilizar una economía golpeada por meses de protestas a favor de la democracia.
Esa opinión se ha visto reforzada por señales de apoyo tácito de Beijing, como compras récord de acciones de Hong Kong por parte de fondos chinos y una serie de salidas a bolsa de alto perfil de gigantes tecnológicos de la nación.
"Es probable que estén abriendo cuentas en el extranjero y estén considerando irse, pero los preparativos no conducirán a un gran éxodo de capital", consideró Kenny Wen, estratega de gestión patrimonial en Hong Kong de Everbright Sun Hung Kai.
"El dinero se está moviendo hacia Hong Kong al mismo tiempo porque los inversores son optimistas acerca del mercado de valores de Hong Kong, especialmente con las nuevas cotizaciones", agregó.
No se sabe si estas perspectivas optimistas van a perdurar, especialmente con Hong Kong atrapado en el 'fuego cruzado' de un enfrentamiento cada vez más intenso entre China y Estados Unidos, pero el resultado desde junio ha sido una moneda de Hong Kong fuerte, un mercado inmobiliario resistente y precios de las acciones estables.
Las entradas de capital han sido tan significativas en las últimas semanas que las autoridades intervinieron para evitar que la moneda local rebasara el extremo fuerte de su banda de negociación, muy lejos del escenario apocalíptico anticipado por bajistas de Hong Kong como Kyle Bass.
Muchos inversores ricos que han mantenido su dinero en la ciudad han citado expectativas de que el Gobierno de China actúe para apuntalar los mercados de Hong Kong, dijeron los gestores de patrimonio.
Bahren Shaari, líder ejecutivo de Bank of Singapore, apuntó que la mayoría está "adoptando un enfoque de esperar a ver".
"Han tomado medidas para asegurarse de que se han posicionado si el evento resulta peor de lo esperado o mejor de lo esperado", declaró Shaari en una entrevista en Bloomberg Television este miércoles.
Las entradas de capital en renta variable de la ciudad a través de los enlaces de mercado de la parte continental aumentaron más de 100 por ciento respecto al año anterior, a 16 mil 600 millones de dólares desde principios de junio, lo que alimentó la especulación de que los fondos estatales chinos están comprando.
"Podemos prever más oportunidades de negocios y un mayor margen de crecimiento para la industria financiera de Hong Kong", señaló Eddie Yue, director ejecutivo de la Autoridad Monetaria de Hong Kong, el mes pasado. "Como todos sabemos, un entorno social seguro y estable es lo que todo inversor busca y con lo que se siente cómodo".