El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió al gobierno federal hacer de lado el objetivo de un superávit primario equivalente al 1 por ciento del PIB y planteó la opción de tomar mayor deuda de forma responsable, para ayudar a la economía mexicana a mitigar el impacto del coronavirus en la actividad productiva.
"En este momento de retos inéditos, el Gobierno debe abandonar el objetivo de lograr el 1 por ciento del PIB de superávit primario. Los recursos liberados deben ser utilizados para los apoyos a la reactivación de la economía. Si es necesario, tomar deuda de una forma responsable", señaló el organismo cúpula de cúpulas.
Asegurar liquidez al mercado interno, estimular el consumo privado, facilitar y estimular la inversión privada; elevar consumo e inversión del sector público y dar señales positivas a los mercados internacionales, son los cinco frentes que se deben atender en este momento de contingencia por el COVID-19, y que el sector privado a través del CCE, ha propuesto al Gobierno apoyar con medidas contundentes para sobrellevar la crisis sanitaria y económica.
"El objetivo es evitar la disminución drástica de la inversión, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y preservar el empleo de 21 millones de mexicanos", señala el comunicado del CCE.
También expone que en el frente internacional, el daño a la economía real ya se muestra por el lado de la oferta, al interrumpirse el comercio y la actividad de diversas cadenas de producción. En tanto que en el interno, por ahora el problema es primordialmente de demanda agregada.
El CCE emitió un decálogo con acciones urgentes para mitigar en el corto plazo la afectación de la pandemia del coronavirus en México, como fortalecer el Acuerdo de Inversión en Infraestructura entre el Sector Privado y el Gobierno, además de anunciar de inmediato el plan de inversiones del sector privado en el sector energético, aquel plan que se ha venido posponiendo desde enero.
Otras medidas solicitadas al Gobierno es el apoyo a las empresas con recursos fiscales, para que a estos trabajadores se les otorgue al menos un salario de subsistencia cuando sea inevitable el despido de trabajadores; acelerar pagos pendientes a proveedores de CFE y Pemex en cualquiera de los tres niveles de gobierno y apresurar las devoluciones del IVA a las empresas, además de restaurar la compensación universal.
La certidumbre sobre las reglas del juego son primordial para la inversión. Al respecto, el CCE pide evitar las amenazas de cambios a las normas ya en operación para empresas que invirtieron en el sector eléctrico, y cambios inaceptables como consultas populares para inversiones que ya están hechas como el caso de la planta de la empresa Constelation Brands en Baja California.
Además de activar programas especiales de garantías para fortalecer algunos de los sectores más afectados con la participación de la banca de desarrollo, el sector privado sugiere conformar un equipo con representación tripartita de empresarios, trabajadores y Gobierno para analizar el impacto económico, y determinar acciones a seguir en esta crisis económica.
Por su parte, Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin), exhortó al presidente a reconocer sin regateos el problema generado por el coronavirus y sus riesgos, así como una acción decidida e inmediata.
El organismo envío al gobierno una serie de propuestas que tienen el objetivo de preservar el empleo y el bienestar social en función de mantener el funcionamiento de la economía.
Entre las propuestas está reducir a cero la meta de superávit primario; facilitar la devolución de saldos a favor del IVA; el pago oportuno del gobierno a sus proveedores; deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones laborales, una condonación temporal del impuesto sobre nóminas y negociar con las entidades federativas la reducción a 0 del impuesto sobre nómina, entre otras.
Fondo de emergencia elevará deuda
Los diputados aprobaron la creación de un fondo para emergencias sanitarias que podría ser de 180 mil millones de pesos, que provendrían del superávit primario. Para los expertos esto implica abrir la puerta a que el presidente y Hacienda obtengan recursos adicionales a través de endeudamiento.
Manuel Guadarrama, coordinador del Área de Finanzas Públicas del IMCO, explicó que la iniciativa prendió alarmas porque lo que intenta hacer, además de la creación del fondo, es buscar recursos adicionales para el financiamiento del gobierno.
Mariana Campos, de México Evalúa, señaló que "mi interpretación es que sí tiene que ver con deuda. Endeudarse en este contexto incluso podría ser justificable, pero la iniciativa no es transparente y los rubros en que pueden gastarse esos nuevos recursos quedaron muy amplios en la iniciativa".
Añadió que "al no alcanzar las metas de ingresos este año, el gobierno ya no va a cubrir la meta de superávit, sino que va a quedar tablas, entonces, eso significa que los intereses de la deuda los vas a tener que financiar con deuda, que eso es lo que estuvimos haciendo desde la crisis de 2009"
Carlos López Jones, economista en jefe de Tendencias Económicas, consideró que la iniciativa para crear el fondo es inviable porque "ese dinero del superávit ahorita no existe, pero además ya tenía un destino global que era el pago de la deuda, desde ahí arrancamos mal porque estas tomando un dinero que era para pagar deuda".