El sector privado de Estados Unidos celebró la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sin embargo, expresó que el mejor antídoto para salir del estancamiento económico será generar confianza para los inversionistas.
"El ingrediente clave para detonar la inversión es la confianza, por ello fortalecer el Estado de derecho es invertir en el futuro de 127 millones de mexicanos", señaló la American Chamber (AmCham) en un comunicado.
El grupo empresarial que representa a 450 firmas estadounidenses en México, que generan 2.5 millones de empleos directos, afirmó que "brindar certidumbre a la inversión es nuestra mejor carta de presentación ante el inicio de esta nueva era para Norteamérica; gracias a su capacidad exportadora, México tiene la gran oportunidad de posicionarse como el mejor proveedor de un mercado de 490 millones de consumidores", indicó.
Por su parte, en un posicionamiento conjunto, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de México; Thomas J. Donohue, CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos; y Perrin Beatty, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de Canadá, señalaron que el éxito del tratado dependerá de los gobiernos.
"El T-MEC conserva y profundiza los lazos comerciales entre nuestros tres países, proporcionando una garantía necesaria para la economía de América del Norte, la cual representa alrededor del 28 por ciento del PIB global y 16 por ciento del comercio mundial, al facilitar a los creadores de empleo la certeza que necesitan para invertir, contratar y crecer. El acuerdo fomentará la prosperidad de nuestras sociedades en los años venideros", dijeron.
"Sin embargo, el acuerdo fue menos de lo esperado en áreas como la propiedad intelectual, adquisiciones y movilidad laboral", sentenciaron.
Las tres organizaciones apuntaron que durante el proceso de modernización del acuerdo defendieron y se opusieron a las frecuentes amenazas sobre retirarse del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) e insistieron en retener un acuerdo trilateral para el beneficio de la región.
Coincidieron que el trabajo no se puede detener, ya que enfrentarán diversos retos en el sector manufacturero (especialmente en el sector automotriz), así como también las empresas se tendrán que adaptar a las nuevas regulaciones laborales y a la nueva normalidad derivada de la pandemia del COVID-19.
"Instamos también a los gobiernos a operar dentro del espíritu del acuerdo y a abstenerse del uso de aranceles por motivos de seguridad nacional. El T-MEC solo tendrá éxito en la medida en que los tres gobiernos demuestren compromiso, participación y, sobre todo, respeto a los marcos legales y regulatorios", señalaron.
Oportunidades
Al respecto, Luis Aguirre Lang, presidente de index Nacional, puntualizó que la industria manufacturera de exportación ha identificado que el T-MEC brinda reglas de juego a largo plazo para las empresas que invierten en la región, por lo menos en un horizonte de 16 años, que es el periodo mínimo que puede durar este acuerdo comercial.
El presidente de Index nacional prevé que el sector exportador de México pueda recuperarse rápidamente, después de la debacle observada durante los meses de abril y mayo a causa de la pandemia del COVID-19.
"Las diferencias comerciales entre China y EU, y la pandemia COVID-19 abren oportunidades muy importantes y coyunturales para México, en el marco de una tendencia hacia el desarrollo de cadenas de valor más regionales que mundiales", apuntó.
"Yo espero que (mejoren) los resultados que se den a conocer en las próximas semanas de balanza comercial del mes de junio con la reapertura comercial e industrial, sobre todo con la adición de nuevos sectores esenciales, precisamente para ir empatando el suministro con las cadenas globales de nuestros socios comerciales de Estados Unidos y Canadá, y así podamos ya tener un repunte, estimo que vamos a estar nivelando (las exportaciones) durante el tercer trimestre de este año", aseveró.
De nada servirá el T-MEC si no hay certidumbre jurídica: Coparmex
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que la entrada en vigor del T-MEC de nada servirá si en México no hay condiciones de certidumbre jurídica.
"Desde antes de asumir sus funciones el Gobierno actual ha dado muestras de que no se respeta el Estado de Derecho. Algunas de sus acciones han ido en detrimento de la confianza empresarial, lo que ha resultado en un inhibidor de la inversión que requiere el T-MEC para ofrecer resultados", apuntó el organismo.
En perspectiva de la Coparmex, el T-MEC no puede ser considerado un salvavidas, pero puede fungir como tal si México da señales claras, contundentes y de largo plazo en el sentido de que se van a respetar las reglas del juego y el Estado de Derecho, además de que pueda restaurarse la confianza perdida de los inversionistas.
La confederación que preside Gustavo de Hoyos agregó que existe incertidumbre sobre si México podrá cumplir con los compromisos acordados en el acuerdo trilateral, ya que no ha implementado medidas fiscales para impulsar la recuperación económica del país tras la pandemia.
"El gobierno se ha negado a adoptar medidas para contrarrestar los efectos adversos ocasionados por la pandemia. México pierde 8 empleos por minuto y se pronostica una caída del PIB por arriba del 8 por ciento. Estas no son, sin duda, las condiciones propicias para que el T-MEC pueda servir de motor para la recuperación económica", indicó.
Asimismo, la Coparmex argumentó que, según cifras de la OCDE, las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno federal solo representan el 0.4 por ciento del PIB, lo que ubicó al país en el penúltimo lugar del continente americano, solo por debajo de Bahamas.
"Por encima de cualquier medida que implemente, el Gobierno federal tiene un reto aún mayor, recuperar la confianza. El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que el T-MEC no va a compensar la pérdida de confianza e incertidumbre en México", aseveró la cúpula empresarial.