El sector privado solicitó al Gobierno de México que se elabore un Paquete Económico para 2021 con prioridad a estimular el crecimiento económico del país, luego de la caída causada por la inactividad en la mayoría de los sectores, como consecuencia de la pandemia de COVID-19.
En este sentido, los grupos empresariales del país solicitaron incentivos en lugar de ajustes a los impuestos para poder recuperarse y rescatar los empleos perdidos, dijo Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), al esperar que el presupuesto federal del paquete para el siguiente año sea austero, con el cuidado a las finanzas públicas y responsable.
"Esperamos un paquete austero, con limitaciones desde el punto de vista del gasto. Esperamos que no haya iniciativas como las que hemos escuchado, de que en una situación económica tan desventajosa como la que ha enfrentado el empresariado mexicano, quieran venir todavía los legisladores a buscar aumentos de impuestos. En ningún lugar del mundo se está buscando aumentar impuestos en una situación tan desventajosa como la vivida en los últimos meses", dijo.
En este sentido, el líder de la máxima cúpula empresarial aseguró que propuestas de incrementar impuestos o aplicar nuevos dentro del paquete del Presupuesto 2021 a presentarse al Congreso de la Unión mañana, provocarían una recesión todavía mayor en la economía.
La semana pasada trascendió que legisladores de Morena propusieron elevar los impuestos a refrescos, productos procesados y cigarros, con lo que se buscaría abatir el impacto de los ingresos tributarios en este año ante la caída en el precio del crudo a principios de 2020; propuesta que fue descalificada unos días después por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió que no habrían ajustes al esquema tributario del siguiente año.
"Lo que se requiere son incentivos para poder crecer y desarrollar y no estar pensando, como hemos visto en algunas iniciativas, en una salida que no tiene ningún sentido y responsabilidad por quien lo propone y al final, el impacto es que provocan recesiones y que la economía se retraiga aún más", expuso Salazar Lomelín en videoconferencia de prensa, y destacó que en lo que hay plena coincidencia con el gobierno federal es en detener la evasión fiscal.
"Lo que sí hay que proponer es evitar la evasión fiscal, esas medidas las apoyamos siempre. Todos tenemos corresponsabilidad de financiar el erario público y apoyaremos cualquier medida a favor de evitar la elusión de los impuestos", apuntó.
En su informe semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que la prioridad de proteger programas sociales por encima de la salud y educación evidencian una inadecuada asignación del gasto y su comportamiento será más preocupante conforme los ingresos públicos vayan a la baja, con un impacto en la deuda pública que seguirá creciendo, y no para hacer uso de recursos para enfrentar la deuda, sino por la depreciación cambiaria y la caída en la actividad económica.
Elevar deuda, pide Coparmex
Para atender la crisis del COVID-19, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) considera que el gobierno podría ejercer el endeudamiento que ya tiene contratado como la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Los datos de la Coparmex nos ilustran que con tan solo el 15 por ciento de las líneas que tiene contratado el Gobierno Federal con el FMI, podría aplicarse un amplio programa de rescate y reactivación del empleo", dijo Gustavo De Hoyos Walther, presidente del llamado sindicato patronal.
En este sentido, las últimas iniciativas presentadas por algunos legisladores dan cuenta de que no se está tomando en cuenta la coyuntura que vive el empresariado nacional, tan afectado por la crisis sanitaria y económica, que ha provocado la pandemia, agregó Reginaldo Esquer Félix, vicepresidente nacional de Coparmex, también en videoconferencia.
"No podría imaginar un peor momento para incrementar impuestos, la economía está decreciendo, lo que significaría agravar todavía más la economía de las empresas, que ya es un tema de sobrevivencia de aquí a un año y medio, por lo que el Gobierno federal tiene que generar estímulos e iniciativas que permitan sostener a las empresas y generar los empleos que se han perdido", insistió el organismo empresarial.
El paquete económico para 2021 deberá contar con variables que reflejen la realidad que se está viviendo en el país por la pandemia, consideraron expertos.
Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Finamex, consideró que se espera que la Secretaria de Hacienda (SHCP) plasme escenarios macroeconómicos que sean acordes a la crisis actual por la pandemia ocasionada por el coronavirus.
"La primera gran sorpresa que esperamos del paquete es un ajuste de su marco macroeconómico, que es la base de sus estimaciones fiscales, hacia un entorno más realista", señaló.
Ernesto O'Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, apuntó que el gobierno de México esperaría una fuerte recuperación económica en EU de 5.0 por ciento, lo que beneficiaría al país y propiciaría un rebote de 3 por ciento en el PIB de 2021.
Jorge Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil de CI Banco, dijo que este paquete debe de plasmar el nivel de la crisis, tal como lo detalló Banco de México (Banxico) en sus perspectivas económicas actuales.
Mezcla, en 55 dólares máximo
Sobre el precio del crudo mexicano, Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, estimó que el precio estimado para el próximo año se elevará hacia los 50 dólares.
"Lo más sensato sería contemplar como máximo los 55 dólares para la mezcla mexicana y en términos de producción 1.9 millones de barriles diarios", agregó.
Arturo Carranza, especialista del sector energético, apuntó que de acuerdo a lo que han estimado las agencias internacionales, el Brent y el WTI van a estar arriba de los 40 dólares por barril, por lo que se esperaría que la mezcla mexicana esté cinco dólares por abajo como mínimo, es decir, 35 dólares sería un punto de arranque para Pre-Criterios.
Para Carlos López Jones, economista en Jefe de Tendencias Económicas y Financieras, sin un nuevo cierre de la economía, el crudo debería ubicarse entre 35 y 55 dólares el barril.