El regreso del primer ministro Shinzo Abe al recurso del estímulo fiscal que utilizó por primera vez hace tres años indica cuán lejos sigue de alcanzar sus ambiciosos objetivos para reanimar la economía de Japón.
El Gabinete aprobó el martes un paquete de gasto y préstamo de 28 billones de yenes (275 mil millones de dólares), que incluye 4.6 billones de yenes de gasto este año y apenas menos de 3 billones de yenes más adelante. El Gobierno completó su plan días después de que el banco central adoptara un modesto aumento de su propio plan de estímulo.
Lo que subyace en la decisión del gobierno es la inquietud ante la posibilidad de que el programa económico no esté funcionando.
"La efectividad marginal de la política monetaria se ha reducido pasados tres años" de esfuerzos sin precedentes del gobernador del Banco de Japón Haruhiko Kuroda, dijo Kinoshita. "Es por eso que el Gobierno quiere estimular la economía por medio de política fiscal".
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