De enero a marzo de este año, la deuda global creció a su ritmo más rápido desde el primer trimestre de 2016, de acuerdo con cifras del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
La deuda global llegó a un monto histórico de 247 billones de dólares en el primer trimestre de 2018, lo que significó un aumento de más de 8 billones sólo en los tres primeros meses del año.
Con este nivel de endeudamiento, la relación deuda global/PIB llegó a 318 por ciento, su primer aumento desde el tercer trimestre de 2016.
Además, el IIF destacó que del total de la deuda global, el 75 por ciento o 186 billones de dólares corresponde al sector no financiero como los hogares, gobiernos y empresas, mientras que la deuda del sector financiero llegó a los 61 billones de dólares, su más alto nivel en toda la serie estadística.
"Con el crecimiento global perdiendo algo de impulso y cada vez más disconforme, además de que las tasas en Estados Unidos aumentan constantemente, las preocupaciones sobre el riesgo de crédito están volviendo en primer plano, incluso en muchas economías maduras", indicó el Monitor de Deuda Global del instituto.
El IIF señaló que si bien la deuda en sí misma no es necesariamente una preocupación porque se puede renovar si el crecimiento continúa en los países emisores, hicieron hincapié en que los acontecimientos en Estados Unidos eran preocupantes para el panorama de crecimiento global. Además de aumentar la deuda a un ritmo más rápido, ese país también está elevando las tasas de interés, lo que hace que el costo del endeudamiento aumente.
A manera de ejemplo, señaló que la deuda corporativa no financiera se encuentra en niveles récord en Canadá, Francia y Suiza, agregando que desde el primer trimestre de 2017, Suiza y Dinamarca han visto un gran aumento de la deuda de los hogares.