En la vida en pareja, el matrimonio está perdiendo atractivo y la unión libre cobra cada vez más auge por diversos factores, entre los que se encuentran un mayor interés por desarrollarse profesionalmente, así como inestabilidad económica o laboral.
Lo anterior se refleja en el crecimiento que ha tenido está forma de relación, pues mientras en el 2000 representaba el 10 por ciento, en el 2010 fue de 14 por ciento y en 2020 se elevó a 18 por ciento, según datos de los Censos de Población y Vivienda.
De acuerdo con el conteo levantado por el Inegi en el año pasado, 18.4 millones de mexicanos vivían en unión libre, lo que representa un aumento de 6.2 millones de personas respecto a las que declararon ese estado civil hace 10 años.
"La inestabilidad económica ha imposibilitado a los jóvenes a relacionarse, cada vez es más difícil establecer una forma de relación económica en donde las personas puedan tener una certeza de empleo, un ingreso, salir de vacaciones o tener un lugar donde vivir", dijo Oscar Galicia, coordinador de la licenciatura en Psicología para la Universidad Iberoamericana.
Añadió que otros factores fueron "que gran parte de los jóvenes siguen viviendo con sus padres que son productivos, pero su fuente de ingresos no les alcanza para tener una vida independiente".
Alejandra Macías Estrella, especialista en Derecho Civil de la UNAM, dijo que el auge de la unión libre se debe a problemas familiares y dificultades económicas.
"Hay una gran igualdad entre los hombres y mujeres, ellas quieren desarrollarse profesionalmente y muchas veces consideran que casarse o tener hijos será un freno hacia su desarrollo profesional", indicó.