Puede que el dinero no logre comprar amor pero puede comprar una mejor salud. Y, para vivir todo el tiempo posible, los ricos del mundo están dispuestos a pagar.
En las últimas décadas, la expectativa de vida de la persona promedio aumentó en casi todos los países del mundo. En China, Estados Unidos y la mayor parte de Europa del este, la esperanza de vida promedio al nacer llegó a más de 75 años, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Los habitantes de Europa occidental y Japón, entretanto, pueden esperar vivir hasta aproximadamente los 84 años.
Sin embargo, la mayoría de las personas acaudaladas aspiran a vivir aún más… mucho más: dos décadas más que el promedio. En una nueva encuesta de UBS Financial Services, el 53 por ciento de los inversores ricos dijo que tenía la esperanza de vivir hasta los 100 años.
Llegar a los tres dígitos no será fácil, pero no es tan descabellado como antes. La mujer japonesa promedio ahora tiene una expectativa de vida de 87 años, muestran los datos de la OCDE, frente a 81 años en el caso de los hombres.
Y muchos estudios han demostrado que los ricos tienen una ventaja intrínseca en materia de longevidad.
En Estados Unidos, por ejemplo, el uno por ciento más rico de las mujeres por ingresos, vive más de 10 años que el uno por ciento más pobre, reveló un estudio de 2016 publicado en The Journal of the American Medical Association. En el caso de los hombres, la brecha entre los estadounidenses más ricos y más pobres es de casi 15 años.
Los ricos también parecen saber que vivir hasta los 100 años es un proyecto costoso que exige gastar más en cuidado de la salud, mejores alimentos, ejercicio y otros servicios que pueden alargar la vida. Además, uno tiene que continuar pagando todo lo que implica seguir en este mundo durante más décadas.
En la encuesta de UBS, que se centró en personas con más de un millón de dólares de activos invertibles, el 91 por ciento dijo estar "haciendo cambios financieros debido a la mayor esperanza de vida". Hasta los ricos están preocupados por el aumento del costo del cuidado de la salud, indica el sondeo.
Los ricos están más dispuestos a sacrificar dinero por una mayor longevidad.
Nueve de cada 10 personas acaudaladas coincidieron en que "la salud es más importante que la riqueza". Cuando UBS les preguntó cuánto de su fortuna estarían dispuestos a gastar "para garantizarse otros 10 años de vida sana", las respuestas promedio variaron según el nivel de riqueza.
Los inversores que apenas llegan a la categoría de millonarios, con un patrimonio de entre un millón de dólares y dos millones de dólares, estaban dispuestos a sacrificar un tercio de sus ahorros por una década más de vida. Los inversores con más de 50 millones de dólares estaban dispuestos a deshacerse de casi la mitad de su fortuna.
La tendencia del mundo hacia una vida más larga presenta una excepción en los últimos años en Estados Unidos. La esperanza de vida de los estadounidenses ha descendido durante dos años consecutivos, anomalía que puede atribuirse en parte a la crisis de abuso de los opioides que sufre el país.
Antes de que el promedio de vida estadounidense comenzara a caer debido al consumo de drogas, las estadísticas de salud y longevidad estaban rezagadas de manera significativa respecto de las de los países ricos de Europa occidental y Asia.