La divergencia que ha tenido el comportamiento alcista de los salarios con respecto a la desaceleración observada en el crecimiento de la inflación da algunas señales de corregirse, situación que reduce uno de las fuentes de riesgo y de preocupaciones para el Banco de México.
Los salarios nominales, en el ámbito de la jurisdicción federal, aumentaron 4.4 por ciento en el pasado agosto, el menor para un mismo mes desde el 2017, de acuerdo con datos de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS).
El aumento a los ingreso de los trabajadores en el pasado agosto, también es el menor desde noviembre del 2018, y se ubica por debajo del promedio de 6 observado de enero a julio de este año.
"No obstante, no podemos descartar que estos se moderen dada la fuerte disminución de la inflación, así como por el incremento en las condiciones de holgura del mercado laboral" señalan los analistas de Banorte.
En términos reales, es decir descontando el efecto de la inflación, el aumento en los salarios fue de 1.22 por ciento en agosto, menor el 2.04 del pasado julio, con base en cifras de la STPS.
El comportamiento de los salarios en el pasado agosto reduce, pero no elimina, uno de los factores de preocupación para el Banco de México, lo cual le da mayor margen de maniobra para poder reducir su tasa de referencia.
"La mayoría señaló como riesgo que dada la magnitud de diversas revisiones salariales, se generen presiones de costos en la medida que estas superen las ganancias en la productividad" se sostiene en las Minutas del Banco de México correspondiente a su reunión del pasado 14 de agosto.
Cabe destacar que la moderación en los aumentos en los salarios resulta más significativa si se toma en cuenta que la productividad laboral en México con base en las horas trabajadas registró una caída de 2.5 por ciento anual durante el segundo trimestre del año. Esta situación representó su mayor retroceso desde el cuarto trimestre de 2009, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, al interior de la Junta de Gobierno no todos están de acuerdo con la mayoría en materia del riesgo que pueden representar los salarios sobre los precios al consumidor.
"Al respecto, uno consideró que la evidencia disponible hasta ahora apunta a que los incrementos en el salario mínimo han tenido un impacto muy poco significativo sobre la inflación y que así lo revelan tanto la inflación observada en la zona fronteriza, muy por debajo del promedio nacional, como la inflación general que se ha observado en el resto del país en lo que va del año" se destaca también en las pasadas minutas.
La desaceleración en el ritmo de aumento en los salarios, también puede estar contribuyendo a enfriar a uno de los motores de la economía mexicana, el cual se relaciona con el consumo.
"A pesar del reporte de ayer, altamente influenciado por la negociación del Sindicato de Trabajadores de Pemex, seguimos esperando que las negociaciones sigan presionadas hacia adelante dado el impacto del salario mínimo observado a inicios del 2019 y los elevados niveles de inflación en años previos" advierten los analistas de Banorte en un documento.
En los salarios contractuales de los trabajadores en el ámbito de la jurisdicción federal destaca el efecto que esta tenido la política de austeridad del gobierno, situación que se reflejó en un incremento de 3.4 por ciento a los trabajadores del sector público, lo cual contrasta con el de 6.4 por ciento a los empleados del sector privado, de acuerdo con datos de la STPS.