Una actualización del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas, tabaco y cerveza sería regresivo con un impacto directo en la población de menor ingreso, sin lograr reducir el consumo de productos considerados dañinos para la salud, advirtieron el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Asociación Nacional de Productores de Refrescos.
"Nos parece que es un impuesto muy regresivo, es el impuesto que denominaría el impuesto a los pobres. Nosotros seguiremos insistiendo que es un impuesto a los pobres porque es el que lo paga", afirmó Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE.
Reconoció la necesidad de discutir sobre recursos adicionales para el erario, "pero habrá que obtenerlos con mucha responsabilidad y no haciendo que el más pobre de la población pague estos impuestos. Lo que se está haciendo es darle la vuelta al no aplicar el IVA a alimentos y aplicárselos vía IEPS, entonces nos parece que es una medida totalmente inadecuada", dijo el líder empresarial.
La finalidad del IEPS es gravar aquellas actividades que generan un costo al sector salud o social por algún comportamiento negativo en los ciudadanos, pero que son lícitos. Actualmente son sujetos de este impuesto el consumo de tabaco y las bebidas azucaradas y carbonatadas.
"Se puede concluir que el IEPS a bebidas saborizadas es un impuesto que aumenta la desigualdad social, pues según información del CONEVAL y el INEGI, este IEPS afecta más a los más pobres, ya que el 57 por ciento de lo recaudado ha sido pagado por las familias más pobres, y de este grupo, se agrava aún más su condición, pues el 20 por ciento de ellos no puede acceder a una canasta básica de alimentos", señaló la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), en un comunicado.
De enero a mayo se vendieron 9 mil 220 millones de litros de bebidas saborizadas, 1.37 por ciento mayor con relación al mismo período del año anterior, según el organismo.
La propuesta
En el Proyecto del Paquete Económico 2020 se propone actualizar el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), a bebidas saborizadas con azúcares con una cuota de 1.2705 pesos por litro, mayor a la actual de 1.17 pesos.
Se considera que es la manera de reducir el consumo de tabaco, alcohol, bebidas azucaradas y comida chatarra y, a la vez, se generarían recursos para cubrir necesidades en el ramo de la salud.
Se estima captar en 2020 por IEPS en bebidas saborizadas 28 mil 661 millones de pesos, por arriba de los 27 mil 959 millones previstos para el presente año.
Actualmente, por cada 10 pesos que el ciudadano paga por su bebida, 3 pesos son impuestos, al considerar la carga impositiva del IVA sumada a la del IEPS.
El 50 por ciento del portafolio de productos de los asociados de ANPRAC es de bajo contenido o sin calorías, y ha reducido el 7 por ciento del total de las calorías de sus bebidas en los últimos seis años.
En cuanto a la industria del tabaco, las ventas mantienen su tendencia ascendente estable en los últimos años.
Si bien hubo una baja temporal en la demanda en 2011 cuando se endurecieron las medidas legales para su venta y se aumentó el IEPS de 0.1 a 0.35 pesos por unidad, entre el 2014 y 2017 mostró una tasa de crecimiento media anual (TCMA) de 13.3 por ciento en producción y de 19.7 por ciento en ventas, según datos del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
Hasta el 2017, la industria del tabaco aportaba el 58 por ciento de los ingresos por IEPS a la hacienda pública.