Los negociadores mexicanos están trabajando en una respuesta a propuestas informales de Estados Unidos para incluir protecciones a productos frescos en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), dijeron dos personas conocedoras de la situación.
Las delegaciones estadounidense, canadiense y mexicana concluyeron hace 10 días una segunda ronda de negociaciones para modernizar el pacto comercial, vigente desde hace 23 años y al que el presidente Donald Trump ha amenazado con abandonar si no consigue un mejor trato para trabajadores estadounidenses.
Una sugerencia de negociadores estadounidenses fue facilitar a productores de alimentos de temporada la presentación de casos antidumping contra México, dijeron las personas citando una presentación de funcionarios mexicanos tras la primera ronda de renegociaciones en Washington en agosto.
México busca crear su propia lista de productos por si Washington propone formalmente dar a los agricultores de frutas y hortalizas estacionales una mayor protección, agregaron. Los negociadores mexicanos evalúan incluir las piernas de cerdo en su contrapropuesta, a través de posibles límites al volumen de exportaciones estadounidenses, mencionaron las fuentes consultadas.
Las piernas representan la mayor parte de las importaciones mexicanas de carne de cerdo estadounidense y se utilizan para elaborar algunos de los platos más populares del país, como tacos al pastor y carnitas.
Algunos líderes agrícolas mexicanos han dicho que los sectores lácteo y avícola también podrían ser considerados sensibles, aunque esos productos no fueron mencionados por las fuentes informadas sobre la propuesta.
En sus objetivos para la renegociación del TLCAN publicados en julio, el Gobierno de Trump dijo que buscaría una "provisión de la industria nacional para productos perecederos y estacionales" en casos de comercio. Desde entonces, el asunto no ha surgido en declaraciones oficiales y no está claro si se planteó en la última ronda de conversaciones, celebrada en la Ciudad de México este mes.
Sin embargo, la posibilidad de que México responda con la misma moneda a una eventual propuesta estadounidense para limitar el comercio de productos frescos pone de relieve los riesgos de otorgar excepciones a determinados intereses.
Varios grupos de minoristas, restaurantes y agricultores estadounidenses, quienes afirman que con esta medida subirían los precios, enviaron cartas a funcionarios de la administración de Trump para oponerse.
SECTORES EN DISPUTA
El TLCAN eliminó gradualmente casi todos los aranceles para las mercancías de los tres países. Pero las disputas sobre ciertos sectores, como el azúcar, desembocaron en acuerdos negociados que establecen un comercio regulado en forma de precios mínimos y límites de exportación.
Las autoridades mexicanas aseguran que el objetivo del TLCAN debería ser aumentar y no limitar el acceso al mercado. Las nuevas protecciones, que podrían frenar más fácilmente las exportaciones mexicanas de frutas y hortalizas pero también incitar a represalias, van "contra el interés del libre comercio", dijo Raúl Urteaga, jefe de comercio internacional en la Secretaría de Agricultura mexicana.
Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, dijo que el mecanismo de resolución de conflictos del capítulo 19 es suficiente para resolver denuncias de dumping o sobre seguridad sanitaria.
Las compañías estadounidenses con producción en ambos lados de la frontera dijeron que proteger a los agricultores en el sureste de Estados Unidos sobre el resto de la industria limitaría el acceso a los consumidores estadounidenses a productos asequibles.
"La propuesta de establecer barreras arancelarias temporales para proteger un sector específico reducirá el consumo de vegetales", dijo Carlos Visconti, director general de Red Sun Farms, que tiene invernaderos de ambos lados de la frontera, durante la ronda dos del TLCAN en Ciudad de México.
En México, los productores de carne de cerdo tienen quejas similares a las de los que siembran tomate en Estados Unidos, y se quejan de que sus rivales estadounidenses despachan hacia México cortes baratos, como las piernas de cerdo, que son menos demandadas en Estados Unidos.
Las manzanas y las papas, que son representativas dentro de las exportaciones de Estados Unidos a México, también están inmersas en batallas entre los dos países, con México utilizando sus preocupaciones en materia de salud como freno a las importaciones.
Las exportaciones totales de carne de cerdo a México llegaron a unas 690 mil toneladas el año pasado, o casi un 80 por ciento del total de envíos de carne de cerdo a su vecino del sur, según datos de la asociación mexicana de cerdo (OPORPA).
En general, México depende de las importaciones para alrededor del 44 por ciento del consumo nacional de carne de cerdo, que el año pasado se situó alrededor de 2.5 millones de toneladas. Antes del TLCAN, México producía alrededor del 90 por ciento del cerdo que consumía.
"Creo que si comienzas a negociar en los bordes o a diseñar en estos producto a producto, y algunas cosas quedan protegidas o calificadas como especiales, entonces no es un acuerdo de libre comercio", dijo David MacLennan, director general de la empresa global de materias primas Cargill.
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