La baja respuesta fiscal de México para combatir el brote de COVID-19 puede afectar el crecimiento, pero ha permitido finanzas públicas ordenadas hasta el primer semestre de 2020, de acuerdo con la firma suiza de inversión UBS.
Rafael De La Fuente, economista en jefe de UBS para las Américas, comentó en un documento que México sigue contando con uno de los paquetes de apoyos más débiles para hacerle frente a la pandemia de coronavirus.
"Con un mero 0.6 por ciento del PIB, el paquete fiscal de México como respuesta a la crisis sigue siendo uno de las más pequeños del mundo", sin embargo, pese a este paupérrimo apoyo, los ingresos tributarios se han mantenido sorprendentemente resistentes a pesar de la actual crisis sanitaria.
Señalaron que durante el primer semestre del año en curso, los ingresos tributarios fueron un 3.7 por ciento más bajos en términos reales respecto al mismo periodo de 2019, en gran parte debido a una disminución interanual del 41.3 por ciento de los ingresos petroleros, puesto que los ingresos fiscales no petroleros aumentaron un 0.1 por ciento interanual en el primer semestre de 2020, lo que catalogaron como "un resultado notable dado el fuerte declive económico en el periodo".
"Las sorprendentes cifras de ingresos fiscales reflejan los intensos esfuerzos del gobierno para reprimir la evasión fiscal, especialmente de las grandes empresas. Según el Servicio de Administración Tributaria (SAT), los ingresos de los 518 contribuyentes más importantes de México aumentaron cerca de un 200 por ciento interanual en el primer semestre de 2020, y tan oólo cuatro empresas pagaron 26 mil millones de pesos en impuestos vencidos y multas", dijo De La Fuente.