Debido a un mayor endurecimiento de la política monetaria, al deterioro en la confianza, la debilidad de la demanda externa y la disminución de la producción de petróleo, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) rebajó su previsión de crecimiento económico para México en 2017, del 2.3 por ciento al 1.4 por ciento.
De acuerdo con Martín Castellano y Ramón Aracena, economistas para Latinoamérica del Instituto, es probable que la inversión extranjera permanezca retenida hasta que se disponga de más información sobre las políticas que implementará el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump.
Indicaron que si bien una modificación severa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte podría reducir la cuota de mercado de las exportaciones mexicanas en los Estados Unidos, los bajos costos laborales en dólares y las reformas que mejoran la productividad implementadas en los últimos años deberían ayudar al país a encontrar mercados alternativos.
No obstante, un largo periodo de crecimiento lento podría resultar en una rebaja del rating de crédito soberano del país.
El IIF proyecta que los precios al consumidor aumentarán 4.1 por ciento en 2017, ligeramente por encima del objetivo del banco central de tres más/menos uno por ciento, impulsado por un peso más débil y mayores precios de la gasolina debido a la liberalización gradual del mercado.
"Un entorno de débil crecimiento y mayor inflación podría comprometer los esfuerzos de consolidación fiscal, desencadenando una rebaja en la calificación crediticia del país y dándole un terreno fértil a un candidato de izquierda menos dispuesto a seguir políticas pro-mercado en las elecciones presidenciales de junio de 2018", señalaron los expertos.
Por otra parte destacaron que el reciente éxito en las licitaciones en aguas profundas en México refleja que el país sigue siendo atractivo para los inversionistas extranjeros.