México fue el segundo país que más 'aprovechó' la confrontación comercial entre Estados Unidos y China, de acuerdo con un estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
Los gobiernos estadounidense y chino se enfrascaron en una guerra comercial desde mediados de 2018, en la que las represalias arancelarias resultaron ser sus mejores armas.
Durante la primera mitad de 2018, Estados Unidos importó 130 mil millones de dólares provenientes de China, mientras que en el mismo periodo de 2019 la cifra bajó a 95 mil millones de dólares.
De estos, 35 mil millones de dólares que el gobierno de Donald Trump dejó de importar de China, 21 mil millones de dólares (alrededor del 63 por ciento) fueron reemplazados por importaciones originarias de otros países, mientras que el resto (14 mil millones de dólares) se perdió, debido a una menor demanda en Estados Unidos o a que no hubo la suficiente capacidad de compra en el resto del mundo.
Los países que aprovecharon esta disputa fueron los que tenían una buena infraestructura comercial, aunque la ubicación geográfica y los acuerdos comerciales también jugaron un papel importante.
La provincia china de Taiwán fue el mayor beneficiario de los efectos de desviación del comercio de los aranceles de Estados Unidos sobre China.
En segundo lugar su ubicó México. El estudio estimó que alrededor de 3 mil 500 millones de dólares que Estados Unidos debió adquirir a China, se las compró a México.
El sector más beneficiado fue la maquinaria eléctrica, con una facturación de 876 millones de dólares, seguido de diversos productos agroalimentarios (599 millones de dólares), equipo de transporte (456 mdd), maquinaria de oficina (420 mdd), maquinaria diversa (407 mdd), metales y minerales (373 mdd), instrumentos de precisión (166 mdd), productos químicos (127 mdd), entre otros.
Otros beneficiarios de los pleitos comerciales entre el gobierno de Donald Trump y el de Xi Jinping fueron la Unión Europea, Vietnam, Corea, Canadá e India.
El documento publicado por la UNCTAD reportó que los aranceles han lastimado económicamente tanto a Estados Unidos como a China.
Las pérdidas de Estados Unidos están en gran medida relacionadas con los precios más altos para los consumidores, mientras que en China están vinculadas con las menores exportaciones.