México está entre las economías de mercados emergentes donde más ha crecido el sector bancario en la sombra o shadow banking en los últimos años, superando a países como Chile y Arabia Saudita, indicó la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings.
Esta es una actividad de intermediación crediticia o financiamiento realizada por cualquier entidad financiera, infraestructura, o plataforma que se encuentra fuera total o parcialmente del circuito bancario tradicional.
Algunos ejemplos podrían ser los vehículos de gestión de inversión colectiva, las titulizaciones, los hedge funds, y más recientemente toda la financiación vía crowdfunding, y peer to peer lending.
De acuerdo con las cifras de Fitch Ratings, del 2010 al 2017 los activos de estas instituciones crecieron en México 9.4 por ciento, superando el 8.9 por ciento de Chile y el 7.8 por ciento de Arabia Saudita. China y Argentina son los países que registraron el mayor incremento en el mismo periodo, con 58.1 por ciento y 47.9 por ciento, respectivamente.
"El crecimiento de la banca en la sombra puede indicar un aumento de los riesgos sistémicos. Estos podrían incluir exposiciones directas e indirectas a los bancos, compañías de seguros y fondos de pensiones, disponibilidad de financiamiento reducida para bancos y prestatarios corporativos no financieros, y una mayor volatilidad en el precio de los activos", dijo Nathan Flanders, analista de Fitch en un reporte.
El especialista indicó que la banca en la sombra, la intermediación crediticia o la transformación de la liquidez que tiene lugar fuera de los bancos, instituciones públicas, compañías de seguros y fondos de pensiones, alcanzaron los 52 billones de dólares en todo el mundo al cierre de 2017, frente a los 30 billones en el año 2010.
"Las tasas de crecimiento de la banca en la sombra han sido más altas en las economías de mercados emergentes en comparación con sus pares de mercados desarrollados, impulsadas por desarrollos de mercado específicos del país y bases de activos más pequeñas", agregó.