A raíz de que las estrategias públicas para personas en situación de dependencia son prácticamente inexistentes, México está en riesgo de tener una vejez precaria.
Las políticas dirigidas a los adultos mayores se centran en garantizar el acceso a servicios básicos de salud, un ingreso económico de subsistencia y la integración social de las personas, por lo que el país está en peligro de tener una vejez con precaria condición económica e ineficientes sistemas de cuidado, alertó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo con Mariana López-Ortega y Natalia Aranco, especialistas del BID en su división de protección social y salud, se estima que la cantidad de adultos mayores dependientes en el país superan los dos millones de personas, lo que representa más de 1.5 por ciento de la población total.
"De mantenerse las tasas de dependencia, debido a las presiones demográficas, este número podría aumentar a más de ocho millones en el 2050. Más de tres millones de adultos mayores de 80 años presentarían dificultades en realizar al menos una actividad básica de la vida diaria; entre ellos, 1.9 millones presentarían dificultades en más de una actividad básica, aumentando las probabilidades de necesitar ayuda. Más aún, si las tasas de dependencia por edad continúan creciendo como hasta ahora estas cifras podrían ser incluso más altas", detallaron las especialistas.
Por otra parte, señalaron, no existen estrategias para los familiares que prestan servicios de apoyo, que son quienes en la actualidad sobrellevan la mayor parte del trabajo, particularmente las mujeres.
Pensiones y salud de la mano
Aunado a este contexto, "la precaria condición económica de un alto porcentaje de la población del país y la ausencia de políticas públicas y estrategias de atención a la dependencia, ponen en riesgo la adecuada atención de las personas mayores dependientes", señaló el BID.
Las dos contingencias que sufrirá México en sus finanzas públicas y en sus servicios de salud insuficientes podrán enfrentarse con acciones público-privadas y sistemas coordinados y relacionados, afirmó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
"El Sistema Nacional de Pensiones y el Sistema de Salud Universal que plantea la presente administración tienen que estar relacionados, coordinados y con una colaboración público-privada", aseguró María de los Ángeles Yáñez, directora de Riesgo y Desarrollo del Sector y Proyectos de la AMIS.
Para diseñar un sistema de cuidados, el BID recomienda tomar en cuenta su población beneficiaria (cobertura universal, priorización por grupos de edades y nivel de dependencia); la oferta de servicios y cómo se entregarán, así como la calidad de los mismos con evaluación constante, y el modo de financiación (rentas generales, mecanismos de primas, cuotas o copagos).