Para 2016 el gobierno federal recortará las transferencias para proyectos de infraestructura en los estados, y otros planes acordados con las secretarías federales y gobiernos locales, prevé la calificadora Moody's en un reporte.
Esto ejercerá presión sobre las finanzas estatales, lo que obligará a los estados a postergar sus inversiones en infraestructura, reducir sus posiciones de liquidez, o contraer deuda. "Estimamos que la reducción de las transferencias para proyectos reducirá los ingresos totales de los estados de 2 a 5 por ciento", señala.
La calificadora considera que las aportaciones continuarán creciendo sostenidamente en alrededor de seis por ciento el próximo año, en vista de las tendencias históricas y la naturaleza de los servicios que cubren.
En contraparte las participaciones, que dependen del desempeño de la economía y del sector petrolero, aumentarán a un ritmo más moderado que el desempeño histórico. En los Pre-Criterios de Política Económica, el gobierno federal anticipa un crecimiento de 4.5 por ciento en participaciones durante 2016.
"Consideramos que esto es alcanzable en la medida en que la producción de petróleo se recupere a 2.4 millones de barriles por día, comparado con un promedio de 2.2 millones durante los primeros siete meses de 2015, y que algunas de las ganancias por recaudación de impuestos derivadas de la reforma fiscal de México de 2013 perduren el próximo año", detalla el documento.