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A pesar de que se han tomado medidas preventivas como diferir los pagos de los créditos con la banca de 4 a 6 meses, el incremento de la tasa de desempleo propiciará que al cierre del año la morosidad en el sector bancario alcance niveles de 5 por ciento.
En videoconferencia para presentar el estudio 'Situación Banca', Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, explicó que la morosidad podría duplicarse de los niveles actuales de 2.3 por ciento por el aumento del desempleo en el país a consecuencia de la pandemia por el COVID-19.
En su reporte, el banco señala que en lo que se refiere a los riesgos que plantea el contexto económico sobre varios segmentos del crédito, el sistema bancario mantiene niveles bajos de morosidad y se encuentra bien capitalizado.
El índice de capitalización de la banca se ubicó en 15.7 por ciento en marzo pasado, claramente por encima del mínimo regulatorio de 10.5 por ciento, y para BBVA estos niveles de solvencia permitirán enfrentar el incremento de la morosidad en los próximos meses.
El informe destaca que la incertidumbre y las expectativas sobre los efectos económicos adversos relacionados con la pandemia del COVID-19 han generado un incremento extraordinario en la demanda de liquidez por motivos precautorios.
Por ello se ha registrado un reporte en los depósitos y el crédito en los últimos meses, que ha sido potenciado por la depreciación cambiaria y los programas de apoyo de la banca.
Sin embargo, para BBVA, este crecimiento podría limitarse al corto plazo, ya que en la medida en que se vayan materializando los efectos adversos de la desaceleración en los ingresos y el empleo, las empresas y las familias tendrán que hacer uso de los recursos líquidos acumulados en el sistema bancario.