Para que la economía de México crezca se requiere inversión tanto pública como privada, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo señaló que para impulsarla, es indispensable un ambiente de certeza jurídica, un entorno en donde la corrupción e inseguridad no sean factores que determinen las decisiones de inversión y un esquema fiscal que se convierta en un incentivo para canalizar mayores recursos a la actividad productiva,
"Nuestro país debe redoblar esfuerzos para corregir aspectos fundamentales para crecer a un ritmo más elevado, como un sistema fiscal que estimule la inversión; un gasto público inteligente dirigido a apuntalar el desarrollo regional y la inversión privada".
El CEESP indicó que la inversión del sector público tiene un papel muy importante al complementar e impulsar a la privada, permitiendo mayor competitividad y productividad. Sin embargo se ha mantenido en niveles bajos al privilegiar gasto en programas sociales que no reducen la pobreza. En el cuarto trimestre del 2016 ésta representó solo 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), su menor nivel en cerca de 70 años.
Por su parte, la inversión privada se mantiene en aproximadamente 18 por ciento del PIB, que tampoco es una cifra que permita un mayor crecimiento; en países como Corea del Sur es equivalente al 35 por ciento del PIB lo que le permite crecer a niveles cercanos al 6 por ciento.
Sin embargo, en relación con la que ejerce el sector público, que tiene un papel muy importante, toda vez que complementa e impulsa la privada, permitiendo mayor competitividad y productividad, es un hecho que durante mucho tiempo se ha mantenido en niveles muy bajos. Las cifras más recientes indican que como proporción del PIB, en el cuarto trimestre del 2016 ésta representó solo 3.3 por ciento, su menor nivel en cerca de 70 años.
Una posible respuesta a esta situación, de acuerdo con el organismo, es que las autoridades han privilegiado el gasto corriente dirigido a una enorme cantidad de programas sociales que al final no han reducido la pobreza ni la desigualdad, pero si han sacrificado la inversión física, que es la que contribuye a crear empleo y mayor actividad económica. Por ello es tan importante insistir en una eficiente asignación de los recursos
La inversión privada, por su parte, se mantiene en aproximadamente 18 por ciento del PIB lo que hace que la inversión conjunta pública y privada, apenas representa el 21 por ciento del PIB, en tanto que Corea del Sur tiene una inversión equivalente al 35 por ciento del PIB que le permite crecer a niveles cercanos al 6 por ciento.Leticia Hernández Morón