A pesar de que en el sexenio de Felipe Calderón se dedicaron 53.68 mil millones de pesos al año, en promedio, para programas de infraestructura en el medio rural; en el de Peña Nieto se destinaron 66.83 mil millones de pesos para el mismo objetivo; y en el presupuesto para el año en curso este monto se destinarán 65.50 mil millones de pesos, la iniciativa privada asegura que las necesidades de infraestructura se rebasan por mucho.
"Los bienes públicos ahorita son un factor primordial, sobre todo porque hay un cambio de política hacia los pequeños agricultores, pero ese cambio, si no va acompañado de infraestructura, ¿con qué caminos, con qué equipo, dónde vas a almacenar los granos o ese ganado?", cuestionó Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, en entrevista.
Otro problema, dice, es el transporte. "El 80 por ciento lo movemos a través de fletes carreteros y son muy caros. Nos faltan más puertos, más almacenes, más red de fríos, se pierde alrededor del 35 por ciento de lo que producimos", expuso de la Vega.
De 2007 a 2012, se destinaron 68 mil 195 millones de pesos programas de infraestructura en comunicaciones y transportes, en específico para caminos rurales; de la misma forma entre 2013 a 2018, se destinaron 75 mil 627 millones para infraestructura y mantenimiento carretero rural.
Financiamiento
Por otro lado, en materia de programas especiales para el financiamiento y aseguramiento del sector agroindustrial (FIRA, FND, AGROASEMEX), el gobierno de Enrique Peña dedicó 3 mil 265 millones de pesos al año en promedio; y en el año en curso se destinarán a estos organismos 2 mil 40 millones de pesos, lo que representa una caída de 40 por ciento con respecto al promedio del sexenio pasado.
Para Luis Fernando Haro, director general del CNA, la reducción no es positiva, pues el costo del financiamiento en el país, tanto público como privado, debería de tener mecanismos más efectivos.
"Lo que sí tiene que haber son condiciones competitivas de financiamiento dentro del sector que realmente se adecuen a una realidad y a una competencia que tenemos con otros países, en temas de oportunidad, de costo de financiamiento, que en México es un costo alto", expuso.
Inversión extranjera a pique
En este contexto, la inversión extranjera directa (IED) en el último sexenio se desplomó. Mientras que en el primer año de la administración se captaron más de 16.7 mil millones de dólares de inversiones, en 2018 se recibieron solo 1.05 mil millones de dólares, 93.7 por ciento abajo.
"Tenemos que pensar en invertir en infraestructura, en condiciones en donde den certidumbre tanto a las inversiones nacionales como a las extranjeras", expuso Haro.