La apuesta de la reforma laboral es que en el nuevo sistema de impartición de justicia el 80 por ciento de las controversias entre trabajadores y empresas terminen en conciliación, declaró Emilio Zacarías, titular de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet).
La Ley Federal del Trabajo establece una etapa prejudicial de los juicios, en la que será obligatorio que el trabajador demandante acuda al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) o a los Centros de Conciliación estatales a conciliar con el patrón. Actualmente primero se inicia el juicio y después se concilia.
"Lo que estamos previendo desde la Secretaría del Trabajo y Profedet es que la conciliación funcione y que en los centros de conciliación se tengan funcionarios capacitados para llevar la negociación, con una solución que responda a los derechos y que ahí se termine el 80 u 85 por ciento de las controversias", señaló.
En entrevista con El Financiero, el procurador dijo que si no se logran conciliar las controversias y que la gente confíe en que ahí se va a lograr una solución justa a su demanda, el nuevo sistema de justicia podría colapsar.
"La experiencia internacional nos dice que si saturamos nuevamente el sistema pero ahora en el Poder Judicial, difícilmente tendremos el número de jueces para resolver los asuntos. Tenemos que garantizar que en esa conciliación se van a respetar los derechos de las partes, no se trata solo de aceptar un acuerdo", apuntó.
Zacarías dijo que el objetivo de la conciliación es tener a personal capacitado en el nuevo procedimiento del sistema de justicia laboral para llegar a soluciones en beneficio de los trabajadores y evitar que los juicios tarden 7 u 8 años en resolverse.
"Hoy no tenemos indicadores para medir que fueron garantizados los derechos de los trabajadores, hoy solo se mide esa satisfacción con el número de conciliaciones logradas sin tener la seguridad de que se garantizaron los derechos", mencionó.
Agregó que el reto del Centro será construir dentro de su autonomía, procesos que incluyan parámetros cualitativos y que la conciliación no sea solo un acto transaccional en el que se pagó determinada cantidad por liquidación", expuso.
Admitió que una de las preocupaciones es la falta de presupuesto, sin embargo, dijo que ante la reducción de recursos públicos la clave para que el nuevo sistema de justicia sea exitoso es planear.