La economía mexicana sufrirá una profunda caída y tendrá una lenta recuperación en este año, y corre el riesgo de una mayor contracción si se siguen postergando las medidas para frenar el contagio.
"Anticipamos una contracción económica de 4.5 por ciento en 2020, con fuerte sesgo a la baja si se siguen postergando las medidas para frenar el contagio", indicó Carlos Serrano, economista en Jefe de BBVA México.
De no actuarse ante un escenario como el que se está viviendo en México con el avance de la pandemia del COVID-19, podría tener consecuencias de muy largo alcance, "entre más tiempo se siga perdiendo, mayores serán las consecuencias para la salud pública y, por tanto, económicas", advirtió.
Para el banco es momento de que México "sobrerreaccione" y ponga en marcha más medidas para frenar el COVID-19, pero también para impulsar a la economía.
"Se requieren como nunca antes medidas económicas para limitar las consecuencias económicas de la pandemia sobre las personas, empezando por las más desfavorecidas; los objetivos fiscales deben pasar a un segundo plano", explicó en conferencia online.
Experiencia internacional
Para Serrano, el país debe seguir actuando de forma más rápida, ya que se tiene información de otros países sobre qué medidas pueden funcionar, la crisis de España e Italia son un ejemplo de que acciones inadecuadas provocan mayores problemas no sólo para la población sino para las economías de esos países..
Por ello, explicó, que hoy cuando se les pregunta a otros países cómo ven en retrospectiva su actuación frente a la pandemia, "no hay ningún país que haya dicho fuimos conservadores, todos dicen que debieron haber hecho más y de forma anticipada", por eso se ha visto cambios en las estrategias de contención hacia aislamiento del virus en otras naciones que hoy están afectadas.
Ante ello, México tiene cuando menos una ventaja de dos o cuatro semanas sobre cómo actuar ante esta pandemia.
Para analistas de Capital Economics, la economía mexicana se encamina a una contracción de 6 por ciento en este año, con un riesgo a la baja, ante una lenta y limitada respuesta del gobierno para apoyar a las empresas y limitar el daño a la economía.
"El banco central redujo las tasas de interés la semana pasada, pero ha habido poco apoyo gubernamental para los hogares y las grandes empresas para hacer frente a la pérdida de ingresos", indicaron.
Señalaron que si el gobierno no logra, o es lento en brindar apoyo, algunas compañías colapsarían por la pérdida de ingresos, el desempleo aumentaría y los préstamos morosos aumentarían.
Indicaron que si bien el sector bancario de México está relativamente bien posicionado para lidiar con esto, si el índice de morosidad aumentara al 10 por ciento, podría reducir el índice de capital de nivel 1 por debajo del mínimo regulatorio.
Por su parte, HR Ratings estimó que el PIB podría caer 2.0 por ciento en el presente año.
Félix Boni, director de análisis de la calificadora, indicó que el desempeño de la economía dependerá de la capacidad del gobierno en atender la situación sanitaria, además de dar mayor certidumbre para la inversión.
"La cuestión de la actividad económica es de hasta cuándo las personas estén en sus casas, no sabemos qué porcentaje de la economía esté afectado, y posteriormente ya controlado el virus, qué tan fuerte podría ser el repunte", refirió Boni.
Pese al panorama adverso que se ve en el mundo, Serrano consideró que este contexto representa una oportunidad para los países que tenían concentradas sus cadenas de valor en China volteen a ver a México.
Sin embargo, el economista subrayó que la cancelación de la planta cervecera de Constellation Brands en Baja California, tras una consulta popular, puede dañar al país más que la anulación del nuevo aeropuerto en Texcoco.
Serrano apuntó que esa decisión hace que México se vea como un país carente de Estado de Derecho, por lo que se podría afecta la llegada de inversiones en momentos en que se requieren atraer más proyectos.
"Fue una consulta antidemocrática y se dio en el peor de los momentos, haber llevado a cabo una cuestionable consulta pública sobre la planta cervecera en Mexicali es lamentable. Nos parece una peor señal para la inversión que la propia cancelación del aeropuerto o las disputas de los contratos de gasoductos", advirtió.
Aunque el daño a la confianza de los inversionistas está hecho, ya que contaba con todos los permisos incluida la del uso del agua, si se da marcha atrás podría revertir parcialmente la mala imagen que se está generando del país.
Con información de Guillermo Castañares.