Para atender la sobredemanda de combustibles en distintos puntos de la Ciudad de México y del Estado de México, Pemex Logística atiende el desabasto con pipas desde sus Terminales de Almacenamiento y Despacho (TAD), localizadas en las alcaldías de Iztacalco, Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo; en esta última, la salida de autotanques es cada tres minutos en promedio.
En una guardia realizada por El Financiero en la TAD 18 de Marzo, en Azcapotzalco, se comprobó que durante una hora se registró la entrada de 24 pipas y la salida de 17 unidades, incluyendo dos vehículos de la empresa Excellence Freights de Grupo Idesa.
Dicha firma está relacionada con la esposa del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
Quienes se encuentran como encargados de la terminal no proporcionaron información sobre el número de unidades que esta terminal despacha y recibe al día.
Aunque la mayor cantidad de pipas que entran y salen son de 20 mil litros de combustible, en ocasiones se observó la llegada y salida de equipos cuya capacidad asciende a 44 mil litros; asimismo, se corroboró la presencia de elementos militares, así como de policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes en motocicletas y en algunas ocasiones escoltan las unidades cargadas con el hidrocarburo.
Durante este fin de semana El Financiero también visitó la Terminal de Almacenamiento Barranca del Muerto, ubicada en Avenida Centenario No. 301, donde el movimiento de unidades fue menor, al registrar en una hora la llegada de 15 unidades y la salida de siete, todas ellas con dimensiones de 20 mil litros.
La TAD Añil, con dirección en Eje 3 Sur, en la colonia Granjas México, también custodiada por miembros de la SSP, mostró más llegadas que salidas de unidades al recibir 13 pipas y despachar 11. En esta instalación, tres empleados de Pemex revelaron que el personal se divide para trabajar en tres turnos, cubriendo así las 24 horas del día.
Según el reporte de Infraestructura Nacional de Petrolíferos 2018, de la Secretaría de Energía, la TAD Azcapotzalco es la más grande de la Región Centro, con una capacidad nominal de un millón 500 mil barriles y una capacidad operativa de un millón 108 mil barriles.
La de Añil es la segunda, con una capacidad nominal de 235 mil barriles y una capacidad operativa de 158 mil barriles; mientras que la de Barranca del Muerto tiene una capacidad nominal de 125 mil barriles y una operativa de 92 mil barriles.
A nivel nacional, Pemex cuenta con más de 70 terminales de almacenamiento distribuidas en ocho regiones; en total, la capacidad nominal asciende a 16.6 millones de barriles, mientras que la operativa corresponde a 11.97 millones.
El envío de la gasolina a través de pipas es una de las medidas del plan de combate contra el robo de gasolinas del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La administración federal tomó la decisión de distribuir los combustibles por medio de estos vehículos en lugar de utilizar los ductos de Pemex.
El cambio generó a principios de este mes un problema en la distribución de la gasolina que, a su vez, ocasionó una escasez del producto en los estados de Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Ciudad de México, Coahuila y Oaxaca.
20 estaciones cerradas
La Organización Nacional de Expendedores de Petróleo del Valle de México (Onexpo) señaló que en la capital del país hay en promedio 20 gasolineras que están cerradas en todo momento.
"La jefa de gobierno (de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum) mencionaba 80 estaciones cerradas; (sin embargo), nuestro dictamen dice que permanentemente habrá 20 cerradas para luego abrirse paulatinamente", dijo Fernando González Piña, vicepresidente de la Onexpo, en entrevista con El Financiero Bloomberg.
En la capital hay en total 400 gasolineras, que debido a los problemas con el ducto que va de Tuxpan a Azcapotzalco y al retraso en el abasto de combustible procedentes de las TAD, cierran y abren de forma intermitente.
Imperceptible, el impacto en recaudación
Hasta ahora, el desabasto de combustibles tendría un efecto imperceptible o marginal en las finanzas públicas, ya que no afecta a todo el país y a que durante los primeros 18 días de enero el gobierno no aplicará un estímulo fiscal, lo que podría dar más ingresos por concepto de recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Expertos coincidieron en que no se puede calcular el impacto exacto en la recaudación, porque no se sabe cuántos litros se han dejado de vender por el desabasto de gasolinas, sin embargo, aún con una posible baja en el volumen de ventas, podría haber mayor recaudación en enero producto de que el gobierno está cobrando completa la cuota de IEPS.
"Podríamos ver un repunte en la recaudación, no porque se esté vendiendo más gasolina, sino porque no hay estímulo fiscal", dijo Aristóteles Núñez, exjefe del SAT.
Con información de Víctor Piz y Zenyazen Flores