Economía

Pemex pide "prudencia" a gasolineros

La petrolera estatal afirma que se va a mantener la política de precios graduales en los combustibles y asegura que no hay motivos para estimar un aumento brusco en los precios.

Pemex descartó que existan motivos para incrementar el precio de las gasolinas y llamó a la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) a la "prudencia" y evitar así "desinformación".

En un comunicado, la empresa productiva del Estado afirmó que "se va a mantener la política de precios graduales de combustibles que se aplica exitosamente desde hace un año en nuestro país y rechaza categóricamente cualquier comentario especulativo al respecto de supuestos incrementos en los mismos".

Ayer, la Amegas distribuyó un análisis en el que justificaba el aumento de hasta 40 centavos por litro de gasolina debido al incremento de 36 centavos que tendría el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas a partir de este año.

Al respecto, la petrolera nacional señaló "la fórmula que determina los precios de las gasolinas y diésel al mayoreo en México contempla mecanismos que reducen su volatilidad, por lo que no existe ningún fundamento para estimar un aumento brusco en dichos precios, lo que no ha ocurrido".

Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público respaldó lo dicho por Petróleos Mexicanos en cuanto a mantener la política de precios graduales de combustibles que se aplica desde hace un año con éxito para garantizar la estabilidad en este mercado.

A través de un comunicado, Hacienda señaló que el estímulo al IEPS para los combustibles continúa vigente en 2018, para amortiguar las fluctuaciones internacionales en precios de gasolinas y diésel.

"Durante 2018 se continuarán amortiguando las variaciones en los precios internacionales de los combustibles. Lo anterior mediante el esquema de estímulos semanales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS)".

A partir del 30 de noviembre de 2017, los precios al público de las gasolinas y el diésel están siendo determinados por cada estación de servicio del país, sin que exista un precio máximo o un precio único determinado por el Gobierno federal.

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