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La economía mexicana mostró signos de debilitamiento en el primer trimestre de 2019, con un retroceso en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita real a 109.88 puntos, el más bajo desde el cuarto trimestre de 2017 y a contracorriente con la tendencia sostenida al alza entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
A pesar de ese desempeño económico que llevó al desempleo a hilar tres trimestres consecutivos a la baja, la confianza del consumidor no solo se mantuvo, sino que alcanzó su mejor nivel de todos los tiempos, de acuerdo con las estadísticas de la OCDE.
El PIB per cápita real se entiende como el PIB nacional en volumen dividido entre la población total. El de México en el primer trimestre del año de 109.88 puntos disminuyó 0.82 por ciento respecto al primer trimestre de 2018.
En la OCDE, el PIB per cápita promedio del primer trimestre del año fue de 111.34 puntos y tuvo un crecimiento de 1.15 por ciento respecto al primer trimestre del año anterior; además, extendió su ya larga tendencia alcista que ha mantenido de forma trimestral al menos desde 2015, según el organismo.
Las dificultades para la generación del empleo quedaron manifiestas en los tres trimestres consecutivos que la tasa de desempleo se ha comportado a la baja.
Entre enero y marzo de 2019, en México la tasa de desempleo se ubicó en 3.46 por ciento y, aunque se mantiene baja respecto al promedio de los países de la OCDE que fue de 5.3 por ciento, aumentó en 0.20 puntos comparado con la del primer trimestre de 2018.
A pesar del retroceso del PIB per cápita y del aumento en la tasa de desempleo, la confianza del consumidor mexicano llegó a su mejor nivel: alcanzó 103.14 puntos al cierre del primer trimestre de 2019, desde 101.75 puntos en el cuarto trimestre del 2018, y superó al 97.94 del primer trimestre del año pasado.
LA OCDE no tuve datos disponibles de México para conocer el comportamiento del indicador de ingreso real de los hogares.