CIUDAD DE MÉXICO.- El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), redujo su pronóstico de crecimiento del PIB para el cierre de este año, de 2.8 a 2.4 por ciento, "con el escenario más probable de entre 2.5 y 2.6 por ciento, pero no de 3.2 por ciento, como el que prevé de Hacienda".
En conferencia de prensa sobre "La Economía Mexicana 2015 y 2016. Proyecciones de las Principales Variables Macroeconómicas", Raúl Feliz, profesor-investigador del CIDE, estimó que la tasa de referencia del Banco de México (Banxico) podría cerrar el año en 3.75 por ciento.
Agregó que el tipo de cambio se espera en alrededor de 14.70 pesos por dólar; la inflación general de 3.1 por ciento, y un precio del petróleo en 48.80 dólares por barril, con una recuperación a 50.30 dólares en 2016.
Asimismo proyectó que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) pasarán de un nivel de 4.0 por ciento del PIB en 2015, a uno de 3.5 por ciento en 2016, "lo que muestra que México está planeando consolidar sus finanzas públicas".
El especialista enfatizó que hay un ambiente; un espíritu de estancamiento de la economía, "y si lo pusiéramos contra las expectativas que se manejaron, yo diría que hay una frustración generalizada de expectativas en comparación a lo que se había prometido por los políticos y el gobierno".
Dijo que esto se va a reflejar en una reducción en el ritmo de creación de empleos, y que pese a que se habla de que se están creando muchos porque el IMSS tiene muchos registros, las mismas cifras del INEGI muestran que el año pasado no se creó ninguno, sino que se perdieron cerca de 100 mil empleos.
"Esto es lógico para una economía que creció 2.1 por ciento. Sería absurdo que se hayan creado casi 800 mil empleos en una economía que crece al 2.1 por ciento. No tendría ningún sentido", añadió.