Hay cinco elementos que se deben reforzar en la segunda etapa de recuperación de la economía: atraer una mayor inversión; promover mayor competencia, flexibilizar la asignación de recursos para buscar los elementos de mayor productividad; nivelar las oportunidades de desarrollo y fortalecer el Estado de derecho, señaló Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México.
Además, el funcionario destacó el papel que tiene la banca en México para financiar inversiones y la modernización tecnológica de las empresas.
"Estos cinco elementos en conjunto con una estrategia clara y el financiamiento adecuado, y con los términos de mayor flexibilidad y de mayor cercanía de las instituciones financieras, van a jugar un rol para poder hacer frente a los retos que el Covid nos está presentando de manera más acelerada y más apremiante", dijo.
Entre los desafíos que el COVID-19 pone en el escenario en términos del financiamiento, el gobernador del Banco de México, señaló que se acelerarán las tendencias de adopción de nuevas tecnologías, la digitalización y la estrategia de industria 4.0.
"Las oportunidades de financiamiento jugarán un factor clave para que las empresas puedan tener una mejor perspectiva", señaló el gobernador del banco central en su participación en el panel "Financiamiento en la era post COVID-19", en el marco de la Reunión Anual de Industriales (RAI), de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin).
El funcionario destacó que hay una segunda tendencia hacia la integración global y ahí el país tiene una ventaja con la entrada en operación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que "puede posicionar a México como elemento clave para detonar inversiones que debemos aprovechar y la mejor manera de mantener lo avanzado y posicionarnos hacia el futuro es adoptar las mejores tecnologías y procesos para el desarrollo".
Consideró que la segunda etapa de recuperación estará ligada a la evolución de la pandemia y reflejará el dinamismo de la demanda interna, en particular el comportamiento del consumo y de la inversión.
La incertidumbre que ha introducido la pandemia a los modelos de negocio de todas las empresas, dijo, requerirá que el financiamiento y en particular, que las instituciones que lo otorgan sean más flexibles y cercanas a las necesidades de los acreditados.
"Estas instituciones financieras deberán identificar en las empresas tres elementos fundamentales: sus ventajas competitivas, sus estrategias de administración de riesgos y resiliencia y cuáles son sus capacidades tecnológicas para agregar valor a su clientela", apuntó.
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Más choques en la economía
La crisis provocada por el COVID-19 es un choque que se suma a los cinco que la economía mexicana ya había enfrentado, y como en esas ocasiones, la expectativa ahora es también superarlo, señaló Díaz de León.
"Hemos podido sobrellevar los choques anteriores con un ajuste ordenado y esperamos hacer lo mismo en esta ocasión", dijo.
La caída en los precios internacionales del petróleo a finales de 2014 y principios del 2015; en 2016 las elecciones en México y en Estados Unidos y la incertidumbre sobre el TLCAN; en 2016 y 2018 aumentos en las tasas de interés por parte de la Fed y un aumento en la incertidumbre interna, son los cinco choques que la economía ha enfrentado.
Con el confinamiento y el cierre de operaciones como medida sanitaria, se enfrentaron choques en la oferta y en la demanda, ante el impacto en la capacidad de gasto de los consumidores y empresas y en los mercados financieros, con una depreciación del peso que entre su pico más bajo y el más alto alcanzó el 35 por ciento.
Destacó que el banco central tomó acciones para proveer de liquidez al sistema financiero, y además redujo la tasa de interés en 275 puntos base desde el inicio de la pandemia para ubicarla en 4.25 por ciento.
"También se han adoptado medidas adicionales para garantizar el buen funcionamiento del sistema financiero, buscando evitar estrechamientos en el canal de crédito, poniendo en moneda nacional facilidades hasta por 800 mil millones de pesos, cifra superior al 3 por ciento del PIB del año pasado", señaló.