A pesar de la reapertura de actividades después del verano de 2020, los efectos de la pandemia sobre la economía y el alza en los precios de los alimentos ocasionaron un incremento de la pobreza por ingresos que afectó más a quienes ya eran pobres, reveló un nuevo estudio del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM.
El estudio señala que la pobreza extrema y pobreza por ingresos se elevaron durante el año pasado, ya que se estima que, entre el primer y el último trimestre de 2020, la pobreza por ingresos subió alrededor de 7 puntos porcentuales, es decir, la población en esa condición pasó de 49 a 56 por ciento.
En cuanto a la pobreza extrema por ingresos, se calcula que aumentó 5 puntos porcentuales, lo que implicó un alza en la población en ese estatus de 17 a 22 por ciento.
Según estos porcentajes —apunta el PUED coordinado por el economista Rolando Cordera— entre 2018 y finales de 2020 se habrían agregado a la pobreza extrema 6.5 millones de personas y 9 millones a la pobreza, las dos por ingresos.
"La crisis no solo aumentó la pobreza, sino que la profundizó. La población en pobreza extrema o pobreza por ingresos en la actualidad se encuentra ahora más alejada de la línea de pobreza que antes de la pandemia: los pobres ahora son más pobres que en 2018", señala el estudio elaborado por Héctor Nájera y Curtis Huffman.
El documento subraya que en los meses de crisis los grupos de población que antes de la pandemia tenían más riesgo de vivir en pobreza son los que han experimentado aumentos más importantes en el número de personas en condición de pobreza.
En esos meses, en los hogares con menores de 18 años se estima un incremento de 7 puntos porcentuales en pobreza extrema (de 19 por ciento a 26 por ciento), y apenas de 2 puntos en los hogares sin menores (10 por ciento a 12 por ciento).
Los sectores ocupacionales más precarizados, que se desempeñan en actividades de baja calificación, experimentaron un crecimiento de la pobreza por ingresos 2.5 veces mayor que los de alta calificación.
La pobreza por ingresos aumentó en el norte, centro y sureste del país, y en el suroeste no hubo cambios de importancia. Los estados con ascensos más pronunciados fueron Baja California, Ciudad de México y el Estado de México, y Quintana Roo, con alzas de alrededor de 10 puntos porcentuales.
La mayor parte del crecimiento de la población en pobreza por ingresos tuvo lugar en ciudades de más de 100 mil habitantes: 3.5 millones en pobreza extrema y 5 millones en pobreza.