La tecnología puede representar una solución para transparentar el origen de los alimentos y evitar que un consumidor ingiera atún, que realmente es 60 por ciento soya, o tiburón, que está siendo vendido como marlín. La herramienta para darle mayor certidumbre al consumidor sería el blockchain o cadena de bloques.
El dilema en la actualidad es que el consumidor no tiene visibilidad de lo que ocurre alrededor de la historia de un producto, es decir, desde que se produce, pesca y cosecha, hasta el camino a los estantes de los supermercados y mercados o, bien, a la mesa de un restaurante.
"El blockchain te permitiría tener un trazabilidad completa, desde el punto de origen hasta el punto de consumo, y eso debería de incrementar el grado de certeza de que el producto que estás consumiendo es el producto que dice ser", señaló en entrevista, Baltazar Rodríguez, especialista en blockchain de IBM México.
Explicó que adicionalmente con esto se podría apalancar esa misma trazabilidad, para que en el caso de que haya un tema de contaminación (en el alimento) se pueda detectar de manera más sencilla.
Idealmente, el cliente podría obtener esta información por medio de un smartphone, con tomar una foto a un código de barras o escanear un código QR, que los vendedores colocan en su producto y de esta forma, se haría una revisión de los datos provenientes de la red de blockchain.
Detalló que IBM tiene un proyecto en funciones llamado 'Food Trust', que realiza el registro de información de productos por medio de esta tecnología, para después transmitirlos a los puntos de retail a los que se venden.