Economía

Posible, un área de Libre Comercio en América Latina: BID

Ante un entorno comercial mundial cada vez más desafiante, la institución bancaria afirmó que América Latina y el Caribe necesitan avanzar hacia un área comercial regional más integrada para aumentar las exportaciones.

Ante el complejo entorno comercial mundial que se presenta, América Latina y el Caribe (ALCALC) tienen la posibilidad de implementar un área de Libre Comercio y través de esto generar un mercado único de cinco billones de dólares, equivalente a siete por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, afirmó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

"América Latina y el Caribe necesitan avanzar más agresivamente hacia un área comercial regional más integrada para aumentar las exportaciones, protegerse de un entorno comercial mundial cada vez más desafiante y estimular a las empresas a volverse más productivas y unirse a cadenas de suministro mundiales", según la segunda parte del reporte "Caminos para Crecer en un Nuevo Mundo Comercial", realizado por el BID.

En el documento se calcula que un escenario de graves fricciones en comercio internacional, equivalente a un aumento de 20 puntos porcentuales en aranceles bilaterales a nivel mundial, reduciría las exportaciones de la región un 13 por ciento, donde México y América Central sufrirían las mayores pérdidas, pero con el ALCALC, la reducción sería solamente del ocho por ciento.


Por esto, se insta a los líderes de la región a embarcarse en el proceso de negociación en una cumbre presidencial de alto nivel en que se especifiquen objetivos y plazos.

"Lo que estamos proponiendo es una ruta de integración más simple y flexible, que se centre inicialmente en los beneficios comerciales y que vaya integrando una amplia red de acuerdos comerciales preferenciales ya vigentes. En realidad, esto es más simple de realizar de lo que muchos pueden pensar", afirmó Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID

En el reporte realizado la integración comercial con una leve huella institucional es el enfoque preferido adoptado por el bloque comercial Alianza del Pacífico conformado por Chile, Perú, Colombia y México, y podría constituir un modelo de acuerdo regional.

Por esto, el BID propone un proceso de tres pasos para dar lugar al ALCALC. Primero, ampliar la red de acuerdos comerciales preferenciales existente para integrar a todos los países aspirantes a ser miembros del nuevo acuerdo. Por ejemplo, Brasil y México tienen la fuerza gravitatoria para poner esto en marcha acercando el Mercosur a la Alianza del Pacífico, respectivamente.

Un segundo paso implicaría generar una infraestructura institucional minimalista para la gestión de negociaciones, con un consejo de gobernanza dirigido por ministros de comercio o de áreas relacionadas, esto será una oportunidad para que México diversifique sus exportaciones.

El tercer punto establece temáticas de acceso al mercado, cubriendo la eliminación gradual de aranceles, armonizando normas de origen y bajando barreras no arancelarias, con el fin de alcanzar aranceles nulos para todos los productos "en un plazo lo suficientemente acotado para generar un cambio en el difícil contexto actual y evitar tener que atravesar ciclos políticos diferentes, pero no tan acelerado que pueda generar evitables costos de ajuste.

Según los especialista del BID, América Latina y el Caribe se enfrentan a un mundo muy incierto, aunque el escenario de referencia es razonablemente positivo, con un crecimiento global más fuerte y una recuperación prevista en Argentina y Brasil, hay riesgos externos e internos importantes.

Por el lado externo, una incertidumbre considerable rodea la magnitud de diferentes medidas de políticas públicas en Estados Unidos que pueden impulsar el crecimiento en ese país pero, al mismo tiempo, pueden afectar las relaciones comerciales globales. Si bien esto puede ser neutral o positivo para Estados Unidos, los impactos del comercio pueden afectar a México directamente y, si China se ve afectada, América del Sur puede sufrir un impacto a través de precios más bajos de las materias primas.

Pero, si el estímulo de Estados Unidos es mayor de lo previsto, propiciando una normalización monetaria más rápida que la anticipada, puede que los mercados financieros resulten perjudicados y que las condiciones de financiamiento para las economías emergentes se vean más limitadas.

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