Las ventajas de un gas LP más barato que llega de Estados Unidos se queda en manos de sus importadores y comercializadores y no en los bolsillos de los mexicanos.
En los hogares de la Ciudad de México el precio de este combustible subió 9.4 por ciento entre 2014 y 2016, de acuerdo con el reporte "Precios a usuarios finales" de la Secretaría de Energía.
En cambio en Estados Unidos el precio residencial del hidrocarburo cayó 36 por ciento en el mismo lapso, según la agencia de Administración de Información Energética (EIA), responsable de estos datos en dicha nación.
El alza en el precio en México es contrario a los pronósticos hechos por empresarios de la industria que estimaban que este año los precios bajarían hasta 30 por ciento con la apertura a la importación de privados.
Estas promesas se hicieron el año pasado con la previsión de que en enero de 2016 se abrirían las fronteras para el gas LP y habría entonces un recibo del energético más barato, pero sucedió lo contrario.
Aunque el precio bajó en Estados Unidos y ya se puede importar a México libremente, en el país no ha disminuido el costo.
César Cadena, director general de Grupo Energéticos, explicó que esto se debe a que el margen se lo están quedando los importadores.
"Si el precio en Estados Unidos es de cuatro pesos por kilo y aquí Pemex te lo da a 9.20, pues ¿con quién te vas a ir? Con el de cuatro. El problema es que tú lo podrías vender aquí a 4.50 o a cinco y ya tienes margen, pero lo estás vendiendo ya ni siquiera a seis, ¡sino a los mismos 9.20 o hasta 10! porque a eso te deja la Comisión (Reguladora de Energía).Entonces en el caso del gas sí están importando mucho, pero el margen se lo están quedando", declaró Cadena.
En México el precio máximo de gas LP. es de 14.53 pesos por kilo, precio de referencia que se aplica al usuario final.
Grupo Tomza que dirige Enrique Zaragoza; Gas Nieto que lleva Sergio Nieto y Grupo Soni de Salvador Oñate están entre las empresas privadas de mayor tamaño que ya importan el combustible al país por barco o ducto.
Victor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas del Interior (Adigas), afirmó que pequeñas y medianas empresas también lo están trayendo, pero con semirremolques en el norte del país.
El empresario reveló que los descuentos ya están, pero para los grandes consumidores que son empresas e industrias que usan hornos en sus procesos, fundidores de vidrio, panaderías, las ladrilleras, y las grandes cadenas de comida como Sanborns y Vips.
Sin embargo, no para los consumidores pequeños y residenciales.
"Para los grandes consumidores que tienen poder de negociación, esos descuentos ya los tienen, pero para los consumidores como tú y como yo, no tenemos esa fuerza y esos descuentos. Nos van a ir llegando casi por capilaridad, es decir van ir fluyendo en el tiempo", declaró Figueroa.
Además aunque ya son seis meses desde que se abrieron las puertas a la importación privada, actualmente no todos los comercializadores tienen acceso al gas del extranjero.
"Hay una visión de que todas las empresas ya tienen acceso al gas de importación y yo te puedo decir que de todas las empresas ni siquiera un 25 por ciento de ellas pueden tener acceso a ese gas y menos para acá, para el Valle de México", indicó Figueroa.
La reforma energética impuso un esquema de precios máximos para el gas LP, es decir es posible vender el gas a cualquier precio, mientras esté por debajo del límite.
La CRE determinó que ése límite sea 30 por ciento superior al del promedio internacional, con lo que se buscaba que en México los privados pudieran venderlo por arriba del de Estados Unidos, pero por debajo del techo máximo nacional.
Por ejemplo, si se vende en México 10 por ciento por arriba del precio al que lo compran en Estados Unidos entonces estaría 20 por ciento por debajo del tope y tanto consumidores como comercializadores tendrían ganancias.
Este esquema funcionaría si los comercializadores vendieran por debajo del máximo, sin embargo, lo que sucedió es que se está vendiendo en el límite, lo que es contrario al propósito fijado por la CRE.
Así lo explicó en diciembre, a empresarios del ramo, Susana Cazorla, titular de la Coordinación General de Actividades Permisionadas de Gas de la CRE.
"El incentivo a la competencia está puesto ahí y nos encantará ver que ustedes (empresarios) reduzcan el precio máximo, si se da que ingrese molécula de ocho (pesos por kilógramo, precio internacional) habrá funcionado la estrategia de dejar un precio máximo 30 por ciento por arriba de la referencia internacional", señaló Cazorla.
A seis meses de entrar en vigor este esquema no se vende en ocho, sino cerca de 14.50 pesos por kilo, 39 centavos más caro que en 2015.