La producción industrial en México registró en abril de este año la mayor contracción en su historia, ante el cierre de las actividades productivas para mitigar la propagación de la pandemia de COVID-19, y las disrupciones en las cadenas de suministro externas.
El Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) descendió 29.63 por ciento anual durante el cuarto mes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este dato representa su peor caída desde que hay datos, es decir, desde 1993.
"Es el primer impacto que refleja las medidas de confinamiento por la pandemia del COVID-19, siendo los sectores de construcción y manufacturas los más afectados. Después de este dato, estimamos una contracción para la economía mexicana de 16 por ciento en abril y para el 2020 de 6.5 por ciento, para el último caso, no mueve el pronóstico", dijo Marco Oviedo, economista en jefe para América Latina en Barclays.
Añadió que, hacia delante, "vemos una recuperación en la producción industrial, quizá gradualmente, con una caída de 11 por ciento en el segundo trimestre del año, debido a la reapertura del mercado y regreso a la normalidad".
De acuerdo con Ernesto O'Farrill, presidente de Bursamétrica, las afectaciones en el Producto Interno Bruto (PIB) serán de una contracción de 10 a 15 por ciento para el segundo trimestre y es probable que se sigan viendo pronósticos a la baja para todo el año y puede superar una caída de hasta el 10 por ciento.
"Es probable que la producción industrial haya tocado fondo en abril, ya que algunos sectores de la economía están reabriendo gradualmente", apuntó Alberto Ramos, economista en jefe de Goldman Sachs.
"Sin embargo, la persistente incertidumbre política, el deterioro de la confianza empresarial, la severa disminución de la actividad nacional y estadounidense, y la creciente expansión del COVID-19 probablemente pesen en el amplio sector industrial por un tiempo", añadió.
Aunque reconoció que ya era esperado, el dato de producción industrial de abril representó una de las lecturas más preocupantes en un entorno en el que todos los indicadores macroeconómicos muestran que la economía del país va a pique, apuntó Amín Vera, economista en jefe de BW Capital.
19 meses a la baja
Los registros del Inegi muestran que la actividad industrial en el país lleva 19 meses consecutivos en contracción.
"La consistencia de las contracciones demuestra que si bien las medidas de aislamiento social derivadas de la cuarentena por el COVID-19 fueron el catalizador específico de esta última lectura, la producción industrial ya traía una tendencia marcadamente negativa, producto de las erráticas medidas que la administración federal ha venido implementando en materia económica desde su primer día en el cargo", subrayó Vera.
La industria de la construcción retrocedió 38.43 por ciento a tasa anual en el cuarto mes del año, por lo que presentó su caída más severa desde junio de 1995. Durante dicha fecha cayó 38.78 por ciento a tasa anual.
Además, acumula 21 meses consecutivos en terreno negativo, con base en datos del Inegi.
Los tres desagregados que integran a esta actividad se ubicaron en terreno negativo. En primer lugar, la edificación, pilar principal del sector, 41.27 por ciento a tasa anual, su peor caída desde que hay datos.
La construcción de obras de ingeniería bajó 32.19 por ciento, y trabajos especializados descendió 33.6 por ciento.
Por su parte, las industrias manufactureras se hundieron 35.5 por ciento en abril, su retroceso más profundo desde que hay cifras, es decir, 1993.
Veinte de las 21 industrias manufactureras reportaron 'números rojos', entre las que destacó la contracción de 85.3 por ciento anual de la fabricación de equipo de transporte.
Las industrias de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas presentaron un decremento de 3.5 por ciento a tasa anual, su caída más severa desde octubre de 2017, cuando retrocedió 3.89 por ciento.
De acuerdo con el reporte del Inegi, la industria de la minería presentó un baja de 3.57 por ciento a tasa anual. La actividad de este sector finalizó con cinco meses al alza.
De manera mensual, el indicador registró una descenso de 25.1 por ciento durante abril, con base en cifras desestacionalizadas, su caída más profunda desde que hay datos.
Por componentes, la construcción se redujo 32.8 por ciento, las industrias manufactureras 30.5 por ciento, la minería en 5.6 por ciento y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 1.1 por ciento durante el cuarto mes de 2020 frente al mes anterior.