La productividad laboral registró en el tercer trimestre su mayor caída en 16 años, desde que hay registros disponibles, principalmente por un desplome en la actividad industrial debido a la crisis sanitaria.
El Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE) reportó una caída con base en horas trabajadas, de 6.4 por ciento respecto al trimestre previo.
"Esta variación se da en un contexto de importante aumento del PIB, pero de mayor crecimiento proporcional de las horas trabajadas", indicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
"Buena parte de la caída se explica por la transformación que se derivó de la pandemia. Al estar en función de las horas laboradas y muchos de los sectores, en especial el de servicios y comercio, tuvieron que trabajar a distancia lo que implica menos horas trabajadas", mencionó Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas (CEFI) de la UNAM.
Por su parte, Clemente Ruiz Durán, catedrático de la UNAM, coincidió que "la caída de la productividad fue provocada por la pandemia del COVID-19. Es la causa inicial y que ha provocado el cierre de muchas empresas. Indudablemente las condiciones de trabajo cambiaron porque se tienen más restricciones y temores".
El catedrático advirtió que hay que tomar con precaución la caída de la productividad, pues tenemos un mercado laboral que empieza a recuperarse marginalmente.
"Si la producción sigue a la baja afectará de manera negativa a la productividad", indicó.
En las actividades primarias la caída fue de 12.6 por ciento, mientras que en la industria el desplome fue de 10.5 por ciento y de 3.8 por ciento en los servicios.