La productividad laboral en México con base en las horas trabajadas registró una caída de 2.5 por ciento anual durante el segundo trimestre del año, lo que representó su mayor retroceso desde el cuarto trimestre de 2009, fecha en la que el indicador reflejó una contracción de 3.4 por ciento, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este desempeño negativo se explicó en gran medida por una mayor caída en la productividad de los trabajadores en el sector industrial y en los servicios.
El órgano estadístico informó que el Índice Global de Productividad Laboral en la industria reportó una caída anual de 3.6 por ciento, su mayor descenso en los últimos nueve trimestres, mientras que por el lado de los servicios la disminución fue de tres por ciento anual, lo que significó la cuarta caída consecutiva para el sector.
En el sector primario, el indicador subió 2.8 por ciento, por lo que hiló nueve trimestres en terreno positivo.
La productividad laboral se obtiene de la relación entre el Producto Interno Bruto (PIB), y el número de horas trabajadas y el número de ocupados en el país, por lo que es un factor clave para el crecimiento económico.
De acuerdo con el Inegi, es importante elevarla porque "provoca una reacción en cadena al interior de la empresa, que abarca una mejor calidad de los productos, mejores precios, estabilidad del empleo, permanencia de la empresa, mayores beneficios y mayor bienestar colectivo".
Así, una mayor productividad es el resultado de una mayor eficiencia en los recursos, de manera que se eleve la producción con los mismos insumos, para lo cual es clave el capital humano y la inversión.
Por sectores de actividad, únicamente se observó un aumento en la productividad laboral en los comercios minoristas, al presentar un avance de 3.1 por ciento trimestral, lo que representó su mayor incremento desde el cuarto trimestre de 2016.
El resto de los sectores productivos del país registraron números negativos en su productividad laboral.
Por una parte, los comercios mayoristas reflejaron la mayor caída del trimestre, con 4.6 por ciento anual, seguido de las empresas constructoras (1.5 por ciento anual), las empresas que ofrecen servicios (1.6 por ciento) y las industrias manufactureras (0.6 por ciento).