Los proyectos de infraestructura fallan porque los gobiernos quieren "ir de prisa" para cortar los listones de inauguración de las obras públicas sin antes haber "cimentado" el proyecto y haber logrado los consensos necesarios para que la obra sea exitosa, aseguró Jean-François Stoll, consejero del Presidente de la Société du Grand París.
"Lo que hace que pueda fallar un proyecto es la velocidad, queremos ir demasiado de prisa y no damos tiempo para las cimentaciones de lo que será determinado proyecto y todos sus elementos como es el financiamiento o empleados, mientras eso no exista (cimentación) en un momento dado es peligroso", sostuvo en entrevista con El Financiero luego de participar en el 30 Congreso Nacional de Ingeniería Civil.
Consideró que otros factores que pueden hacer que falle un gran proyecto de infraestructura es la falta de consensos y las dificultades relacionadas con la evaluación de costos y presupuestos disponibles, ya que muchas veces los presupuestos están subvaluados porque "los políticos" podrían dar preferencia a las obras más baratas.
Stoll —quien lidera el Grand Paris Express, el proyecto de transporte más grande Europa que inició su construcción en junio de 2016 y concluirá hacia 2030— dijo que en este proyecto fue fundamental crear consensos políticos con los alcaldes de las 153 comunidades implicadas, ya que ello permitió tener una base fuerte para su avance.
Apuntó que los proyectos de infraestructura no están libres de protestas sociales, pero en Francia lograron el respaldo de la mayoría porque se buscaron a los mejores economistas independientes del mundo para crear una sociedad dedicada solo al proyecto Grand Paris, "eso ayudó a convencer a la gente y políticos de que se trata de un proyecto creador de valor y riqueza".
Consultado sobre la "fórmula" para que un proyecto sea incorruptible, consideró que "es difícil encontrar una solución, sin embargo, entre más actores participen en ese proyecto, menos riesgo hay de que se hayan puesto de acuerdo".