La planta que pretendía convertir 4 mil 500 toneladas de basura inorgánica de la Ciudad de México en energía y así alimentar a las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro podría no llevarse a cabo una vez que entre en funciones la futura jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
"No vamos a continuar con el proyecto de la planta termovalorizadora ni el biodigestor. La mayor deuda en la historia de la Ciudad sin justificación ambiental. En dos meses presentaremos nuestro plan integral de manejo de residuos sólidos para la Ciudad", escribió Sheinbaum en su cuenta de Twitter el pasado 1 de agosto.
La empresa francesa Veolia sería la responsable de ejecutar este proyecto que mediante este complejo, aprovecharía el poder calorífico de los residuos sólidos urbanos de la CDMX y se preveía, entraría en operación en 2021.
Cancelar la planta termovalorizadora implicaría que se continúe enterrando la basura, hecho que de acuerdo con Veolia, traería consecuencias económicas y ambientales, entre ellas que el costo de la energía eléctrica aumente significativamente ante la demanda de la misma en el mercado o que se continúe con la emisión de 700 mil toneladas de CO2 anualmente por el traslado y disposición final de la basura en rellenos sanitarios.
Actualmente de acuerdo con cifras de la Agencia de Gestión Urbana el Gobierno, la Ciudad de México gasta 2,600 millones de pesos anuales para el traslado de la basura y el abastecimiento de electricidad para el Metro por lo que para el año 2051 sin la Planta de Termovalorización habrá pagado un aproximado de 78 mil millones de pesos.