Las seis refinerías de Pemex reportaron 321 paros entre 2016 a 2018, lo que trajo como consecuencia que la capacidad de producción del Sistema Nacional de Refinación (SNR) tocara su menor nivel en décadas: 30 por ciento en 2018, refiere un análisis de la Secretaría de Energía (Sener) elaborado a finales del 2018.
La refinería de Cadereyta sufrió 25 paros por fuga en la planta, así como altos inventarios; Madero acumuló 116 paros tanto por fallas en el suministro de energía eléctrica, en bombas, compresores y plantas catalíticas, así como por un mantenimiento integral; mientras que Minatitlán se detuvo 35 veces por falta de suministro de insumos y dos fallas, una en las plantas catalíticas y otra en sus bombas.
Por otra parte, la refinería de Tula completó 67 paros por una falla en las plantas de hidrodesulfuración, falta de suministro de insumos, una falla en la reformadora de naftas y también por altos inventarios.
En este sentido, Salina Cruz se vio afectada 68 ocasiones por una falla en los calentadores y enfriadores, así como una falla en el suministro de energía eléctrica, una inundación ocasionada por el paso de la refinería tropical "Calvin", y el posterior incendio en la sección de bombeo de crudo, así como por el sismo del 7 de septiembre de 2017.
Finalmente, Salamanca sólo sufrió un total de 10 paradas ocasionadas por una fuga en las plantas de la refinería y falta de suministro de insumos.
Madero, la que más preocupa
Desde la perspectiva de un exdirectivo de Pemex TRI, de las seis refinerías en el país, la de Madero, en Tamaulipas, es la de mayor reto para el actual Gobierno, en virtud al serio problema de diseño que presenta, y el cual no fue atendido a pesar de que todo 2018 estuvo fuera de operación.
"Hay un error de diseño que provoca que una línea de trazo en la Planta Combinada Maya se deforme al momento que va a operar y se ponga en una condición que la gente de seguridad de Pemex la considera de riesgo y ha provocado que la planta pare; es un problema grande que tiene años en la refinería y que no le han prestado la atención necesaria", explicó el exfuncionario, que solicitó no ser citado.
En su opinión, Salina Cruz y Tula pudieran recuperar su nivel de diseño con el mantenimiento que deben y requieren tener mientras que Cadereyta y Minatitlán, su principal falla es en las plantas catalíticas.
En el caso de Salamanca el experto indicó que la planta H-Oil está obsoleta, por tanto su línea de producción de lubricantes no ha sido modernizada.
Sobre la urgencia y plan del Gobierno por "rescatar" a las refinerías, Ramses Pech, analista de energía, apuntó que el objetivo no debe ser es repararlas, sino el volumen adicional que podrían generar. "Si esas dos cosas no se conjuntan, lo más recomendable es no invertir", añadió el experto.