La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) enfrentará grandes retos durante el próximo año, derivados en gran medida por el manejo y distribución del presupuesto.
El Paquete Económico del próximo año contempla una reducción presupuestaria de 31.8 por ciento para la Sader, es decir, se espera que la dependencia opere con 43 mil 300 millones de pesos durante 2020, cifra que contrasta frente a los más de 67 mil millones de pesos recibidos en 2019 y los 75 mil millones de pesos de 2018.
La reducción presupuestaria ha 'levantado cejas' entre los productores comerciales, al respecto, Víctor Suárez Carrera, subsecretario de autosuficiencia alimentaria de la Sader, manifestó que se seguirán otorgando recursos a estos sectores productivos, pero la prioridad de la dependencia será reorientar el gasto a los productores más pequeños y vulnerables.
"La nueva política agroalimentaria no excluye a nadie, se seguirá apoyando a los grandes productores comerciales con subsidios en zonas de riego, tarifas eléctricas y pozos de riego, por mencionar algunos, pero la reorientación del presupuesto a los pequeños productores será notable durante el sexenio", enfatizó el subsecretario.
Suárez Carrera destacó que durante los últimos doce años, la mayoría de los apoyos gubernamentales se habían concentrado en el 10 por ciento del total de los productores agroalimentarios del país, entre los que se encontraban grandes empresas como Maseca, Bimbo, Bachoco y Lala, por lo que se había descuidado y menospreciado a los pequeños y medianos productores.
"Es de suma importancia que se rompan los falsos paradigmas que se tienen en el sector agro, ya que durante las últimas administraciones se pensaba que los productores pequeños y medianos no tenían potencial productivo, que no estaban dispuestos a innovar en sus procesos, que no podían garantizar la alimentación de los mexicanos y que no se podían organizar, nosotros queremos cambiar estas ideas", puntualizó.
Con el presupuesto que se apruebe durante el próximo año, la Sader impulsará cinco programas que pretenderán tener un gran impacto en este grupo de productores, estos son, producción para el bienestar, crédito ganadero, precios de garantía, fertilizantes y canasta básica.
"Por ejemplo, el programa de 'precios de garantía' consiste en comprarle sus productos a pequeños productores en un precio por arriba del 30 o 40 por ciento de su valor, con esto pretendemos estimular su esfuerzo productivo, destinaremos 10 mil millones de pesos a este programa durante el próximo año", comentó Víctor Suárez.
"Mucho se ha criticado si este tipo de programas son asistencialistas, pero queremos dejar en claro que existen reglas de operación y supervisión, los que no siembren tendrán que regresar el dinero, además de que serán sujetos a una sanción y se les excluirá del programa", agregó.
Según cifras del INEGI, durante 2017 y 2018, las actividades primarias (agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza) contribuyeron con el 3.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, la meta sexenal del actual gobierno es llegar al 4 por ciento.
"Tenemos que trabajar en equipo, somos como un avión que avanza de forma desequilibrada, así que lo que buscamos es equilibrar esta trayectoria", dijo el funcionario de la Sader.
Buscarán inclusión financiera en zonas vulnerables
Para el próximo año se instalarán 13 mil 512 centros integradores a lo largo de la República Mexicana, de los cuales el 70 por ciento de estos se ubicarán en medios rurales, sobre todo en localidades indígenas.
"Antes el gobierno solo se enfocaba en las grandes ciudades, pero con estos centros integradores llevaremos a los rincones más alejados del país sucursales del Banco del Bienestar, cajeros automáticos y conexión a internet, promoveremos la inclusión financiera en beneficio del sector", recalcó.