Los congresistas republicanos, preocupados por las posibles consecuencias económicas del plan del presidente Donald Trump de imponer un arancel de 5 por ciento a bienes de México analizan la opción de tomar medidas legislativas para cancelar su anuncio, confirmó el lunes una persona familiarizada con el asunto.
Los legisladores del Partido Republicano están considerando reactivar una resolución de desaprobación sobre la declaración de emergencia nacional que sustenta la justificación de Trump para los aranceles, según la persona, quien solicitó no ser identificada por discutir deliberaciones delicadas.
La medida también impediría que el presidente de Estados Unidos gaste miles de millones de dólares en un muro fronterizo sin la aprobación del Congreso.
El Congreso aprobó una resolución similar a principios de este año, pero la Cámara no reunió los suficientes votos para anular el veto presidencial.
Este martes, Trump descartó la posibilidad de una amonestación por parte del Congreso, al citar su "tremendo" apoyo dentro del Partido Republicano.
"No creo que lo hagan", declaró en una conferencia de prensa con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May. "Creo que sería imprudente si lo hacen. No hay nada más importante que las fronteras".
El cálculo político para los republicanos del Congreso que consideran una resolución para desaprobar a su propio presidente podría ser diferente esta vez, ante la perspectiva del impacto económico de un gravamen de 5 por ciento en todas las importaciones desde México que será aplicado a partir del 10 de junio a menos que el Gobierno de ese país frene la migración ilegal hacia EU.
El arancel podría subir hasta el 25 por ciento en octubre a menos que México adopte las medidas necesarias, según la administración Trump.
Trump dejó abierta la posibilidad de que las negociaciones con México podrían evitar la imposición de los gravámenes, "pero creo que es más probable que los aranceles sigan adelante".
Las discusiones sobre una resolución ocurrieron cuando los senadores principales del Partido Republicano advirtieron a la administración que el Congreso podría reclamar sus facultades arancelarias o retrasar la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), si la Casa Blanca concreta su amenaza de imponer los impuestos.
Se necesitaría una masa crítica de republicanos en el Congreso que apoyen públicamente esta rebelión legislativa para convencer a Trump de que cambie de rumbo antes de que se establezcan los aranceles la próxima semana.
El presidente de Finanzas del Senado, Chuck Grassley, un republicano de Iowa, sugirió que no comenzará a considerar el T-MEC si se aplican los aranceles contra México. Grassley utilizó una amenaza similar para convencer a la Casa Blanca de que eliminara los aranceles al acero y aluminio de México y Canadá a principios de este año.
"Es el mismo problema que tuvimos con los aranceles al aluminio y al acero. Tienen que retirarse antes de que podamos adoptarlo aquí", dijo sobre el T-MEC.
La voz de la autoridad comercial
El segundo republicano principal del Senado, John Thune, de Dakota del Sur, explció que el Congreso podría actuar eventualmente para frenar las facultades comerciales presidenciales de emergencia si Trump cumple su amenaza de aumentar los aranceles al 25 por ciento para octubre.
"Sospecho que el Congreso va a querer ser escuchado, por supuesto, tenemos a muchos de nuestros miembros que no les gusta hacia dónde se dirige esto, sobre lo que significa para la economía en general y no lo ven como un camino para resolver los problemas de inmigración", declaró.
Las reacciones de los miembros del propio partido de Trump muestran cuánto ha presionado el anuncio a sus compañeros republicanos que tradicionalmente han apoyado el libre comercio.
El desacuerdo dentro del Partido Republicano no es solo ideológico, también podría haber un precio político que pagar, especialmente en los estados donde gran parte de la economía depende del comercio con los países vecinos.