A pesar de la magnitud del impacto de la pandemia tanto en el terreno de salud como el económico, el Gobierno federal tuvo poca capacidad de ajustar su estrategia de gasto para hacer frente a la crisis por COVID-19, ya que los recursos para salud "se quedaron cortos", pero hubo un exceso de gasto en programas como la Guardia Nacional y Tren Maya, concluyó México Evalúa.
Durante el webinar "Pesos y centavos de 2020", Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, criticó que, en un contexto de crecimiento económico negativo, con ingresos petroleros débiles y una recaudación que se estancó, el Gobierno no modificó su estrategia de gasto para mitigar efectos de la pandemia.
Indicó que el gasto total en salud creció 8.7 por ciento (51 mil millones de pesos) con relación a 2019, sin embargo, no tuvo el vigor suficiente con respecto a lo aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), ya que a pesar de la pandemia el gasto fue 4.5 por ciento (33 mil millones de pesos) menor a lo previsto.
El gasto funcional en salud aprobado en el PEF 2020 fue de 680 mil millones de pesos, pero el observado al cierre del año fue de 646 mil millones de pesos.
El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.
Al observar solo el gasto de la Secretaría de Salud como dependencia que encabeza la estrategia para atender la pandemia, los datos muestran que el presupuesto aprobado fue de 164 mil millones de pesos, pero el ejercido al cierre fue de 149 mil millones de pesos.
Al interior, se observó que en 2020 se ejerció 36 por ciento más gasto en salud para la población sin seguridad social a través del INSABI, sin embargo, 44 por ciento del gasto del INSABI (104 mil millones de pesos al cierre de 2020) se destinó a "Aportaciones a Fideicomisos" y sólo 3.7 por ciento se transfirió a las entidades federativas para la prestación de servicios de salud.
Lo anterior quiere decir que hubo 49 mil 300 millones de pesos que se transfirieron a la atención de servicios de salud, es decir, "es un monto parecido a lo que se veía con el Seguro Popular y lo que vemos es que sí está muy justo el presupuesto de salud".
En contraste, Campos destacó que hubo programas prioritarios para la actual administración, como son la Guardia Nacional y Tren Maya, que tuvieron un exceso de gasto.
El programa de Guardia Nacional le fueron aprobados en el PEF 2 mil 242 millones de pesos, no obstante, ejerció 18 mil millones de pesos, es decir, hubo un sobreejercicio de 15 mil 758 millones de pesos.
El caso del Tren Maya es similar, ya que le fueron aprobados 3 mil 253 millones de pesos, sin embargo, al cierre del año registró un ejercicio de 11 mil 832 millones de pesos, lo que implicó un exceso de gasto respecto a lo programado por 8 mil 579 millones de pesos.
"Lo que pasó es que el Gobierno se quedó corto de recursos para atender la pandemia completamente, no solo en salud sino en lo económico", sostuvo Campos.
Añadió que "cuando vemos donde se incrementó el gasto, vemos que hay programas o proyectos que no necesariamente son pertinentes en este momento (…) mi parece que el Gobierno tenía que haber redirigido la estrategia de inversión pública. La inversión de la federación está muy focalizada en ciertos estados".
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