Debido a que la pandemia ha traído incertidumbre y a que hay divergencias en la velocidad de la recuperación económica, es recomendable que el salario mínimo tenga ajustes parciales, los cuales deben ser en función de la evolución de la crisis por COVID-19, señaló este jueves la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Durante la presentación virtual del "Panorama Laboral 2020 de América Latina y el Caribe", Fabio Bertranou, líder del nuevo informe, indicó que en la pandemia se ha observado que la mayoría de los países de la región han mantenido los mecanismos institucionales de diálogo para revisar las políticas referentes al salario mínimo.
A pregunta expresa sobre el impacto en el empleo en México, luego de que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aprobó un aumento salarial de 15 por ciento al salario mínimo, el funcionario de OIT evitó dar una recomendación específica para el país; sin embargo, subrayó la necesidad de ajustes salariales parciales en medio de la crisis.
"Desde la OIT es importante tratar de apoyar y promover que los espacios de diálogo, en lo que se refiere a definición de salario mínimo, sigan operando y que las definiciones (del salario) puedan darse a través de información efectiva.
"Es probable que también haya que tener algún mecanismo de ajuste parcial en la medida que se vayan materializando también los efectos (de la recuperación) y vayamos conociendo mejor el efecto de la crisis", sostuvo.
Bertranou aseguró que este fue un año con características especiales y con "enorme" incertidumbre, por lo que es natural encontrar divergencias entre los distintos países, pues cada uno se basa en expectativas distintas conforme al comportamiento de sus economías, de los ingresos que van a tener, la expectativa de inflación y la productividad.
Riesgo de incumplimiento con salarios mínimos altos
El informe de la OIT indicó que durante el año 2019 los salarios mínimos reales se incrementaron a nivel regional en 4.1 por ciento, superando el aumento observado en 2018 (1.2 por ciento) y en el periodo 2013-2019 (2.2 por ciento).
En particular -resalta- ese comportamiento de los salarios mínimos reales se produjo en un contexto de inflación regional baja y de la desaceleración económica que antecedió la pandemia de la COVID-19. Por otra parte, la evolución del indicador regional en 2019 se vio influida por el incremento de México que tuvo una alta incidencia en el promedio latinoamericano.
Sin embargo, México se mantuvo como el país de la región con el salario mínimo más bajo como proporción del salario promedio del sector privado. El salario mínimo en México representó 40 por ciento del salario promedio del sector privado en 2019.
En cambio, en el extremo están países como Guatemala, Paraguay, El Salvador y Honduras en los que el salario mínimo representa más del 80 por ciento del salario promedio del sector privado.
"Hay países con una relación muy alta entre el salario mínimo y el salario promedio, que sería indicativo de un nivel del salario mínimo por encima de lo que las empresas están dispuestas a pagar. En dichos casos, la debilidad de la efectividad de la política resultaría de un previsible mayor grado de incumplimiento con el salario mínimo", expuso.
Durante los tres primeros trimestres de 2020 se produjeron incrementos en los salarios mínimos reales en 11 de los 16 países analizados. Por segundo año consecutivo el promedio ponderado regional experimentó el impulso del fuerte incremento en México y la República Dominicana, mientras que en el resto de los países los aumentos fueron más moderados, no superando el tres por ciento.