El sector de la construcción en la Ciudad de México reportó en los primeros meses del año cifras 'demoledoras' para el empleo.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los empleos de la construcción acumularon cinco meses consecutivos en terreno negativo, donde destacó la caída de 8.2 por ciento observada en febrero, lo que representó su mayor contracción desde octubre de 2009, año en el que la crisis económica impacto a México y al mundo.
Al evaluar las cifras de desempleo para los primeros tres meses del año, se observó una contracción de 6.8 por ciento anual, cifra que refleja la mayor caída para el indicador para un primer trimestre de año desde que el IMSS publica las cifras oficiales de empleo formal (1997), y equivale a unos 18 mil empleos menos.
Para José Antonio Hernández, gerente del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (CEESCO), la menor oferta de empleo se debe a una menor producción del sector y al cambio de gobierno. "La disminución del empleo se debe, en gran medida, a la entrada del nuevo gobierno, ya que con el cambio de administración se cancelaron y pararon obras, además de que se dejaron de otorgar concesiones de diversos proyectos".
El especialista argumentó que las obras residenciales fueron las que sufrieron mayor impacto durante el inicio del año, aunque también hubo diversos desarrollos inmobiliarios de usos mixtos que se encuentran en "stand by" en lugares importantes de la CDMX, como lo son Reforma, la Colonia del Valle y la Nápoles.
Durante el primer bimestre del año, el valor de la producción de la construcción cayó 5.8 por ciento en comparación del mismo periodo del año anterior, lo que términos monetarios equivale a que se dejaron de captar alrededor de 400 millones de pesos.
"Es una correlación sencilla, si hay menos producción, hay menos empleo, por esta razón es importante que la nueva administración tome las medidas necesarias para reactivar el sector de la construcción, de lo contrario, se podrían detonar focos rojos de violencia, ya que alrededor del 90 por ciento de trabajadores de la construcción son albañiles u obreros, que al no tener otras alternativas de ingresos, podrían unirse al empleo informal o actividades delictivas", agregó el especialista del CEESCO.