La inversión productiva en México reportó en noviembre su primera caída en 20 meses, de 1.5 por ciento anual, arrastrada por la construcción.
El gasto en construcción se redujo cuatro por ciento en el mes, en las cifras ajustadas por estacionalidad, lo que enmarca su mayor descenso en dos años. Además, fue su cuarta baja consecutiva, según los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
"La construcción fue el elemento que generó la caída anual en la inversión fija bruta y fundamentalmente está vinculado con la caída de la inversión no residencial", explicó José Luis de la Cruz, director general para el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.
Al interior del ramo, el componente de obras no residenciales fue el que cayó de forma más significativa, a 6.9 por ciento, la mayor en este sector en más de dos años, mientras que las obras residenciales crecieron 1.1 por ciento, el dato más bajo en nueve meses.
Para los analistas fue sorpresivo observar una moderación en el componente de obras residenciales, además de una considerable baja en la comparación mensual, de 2.7 por ciento, que llevo la tasa anual a niveles de uno por ciento.
PEGA RECORTE AL GASTO
Las obras no residenciales, vinculadas con grandes obras de ingeniería, resultaron afectadas por el recorte presupuestal. "La reducción en el gasto de inversión que hizo el gobierno el año pasado respecto a lo que tenía programado de más de 69 mil millones de pesos, influyó en que este componente de la inversión haya tenido una caída", precisó de la Cruz.
"La construcción nos ha sorprendido desde hace ya varios meses, con una trayectoria descendente y más que la trayectoria, la rapidez con la que se ha venido desacelerando y cayendo esta actividad, principalmente en el segundo semestre del año pasado", comentó al respecto Eduardo González, coordinador de estudios económicos de Grupo Financiero Banamex.
En cuanto al gasto realizado en maquinaria y equipo, se observó un crecimiento anual de 3.5 por ciento, el más bajo en nueve meses. En el componente de origen nacional el avance fue de 0.6 por ciento, mientras que el de importación reportó un crecimiento de 4.6 por ciento.
Respecto a la compra de bienes de capital, Eduardo González explicó que la pérdida de dinamismo puede estar siendo influida por la incertidumbre que se ha generado en torno a la expectativa de crecimiento económico a nivel global y en particular por la posible desaceleración en la actividad económica en Estados Unidos y por consecuencia en México.