Si bien el crecimiento económico del país se ha mantenido sólido al inicio de este año, existen señales que apuntan a una desaceleración de la economía en los próximos trimestres e incluso anticipan un crecimiento mediocre al cierre de 2018.
De acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), la incertidumbre sobre la renegociación del TLCAN y las elecciones presidenciales de julio de 2018, han erosionado la confianza, llevando los pronósticos de crecimiento del PIB a 1.2 por ciento para el próximo año.
Este sería el crecimiento más bajo del país desde la crisis financiera global, cuando en 2009 el PIB registró una contracción de 4.7 por ciento.
"Si bien los indicadores de alta frecuencia no han aportado pruebas concluyentes de una desaceleración general del crecimiento a corto plazo, la inversión se ha visto afectada en gran medida, socavando la capacidad de la economía para crecer", dijo el organismo.
Según el análisis, existen tres factores principales que socavarán la actividad económica del país: la pérdida de poder adquisitivo de los hogares debido a una mayor inflación, el sentimiento volátil de los consumidores y una expansión del crédito más lenta.
"Además, la formación bruta de capital fijo se debilitará aún más en un clima de negocios menos favorable debido a los problemas del comercio exterior", añadió.
Desde su punto de vista, el incremento en la tasa de referencia del Banco de México, las dudas sobre la estabilidad de las relaciones con Estados Unidos, combinados con la volatilidad vinculada a las elecciones presidenciales, tendrán un impacto más adverso en la actividad el próximo año que lo anticipado.
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