CIUDAD DE MÉXICO.- El precio de productos como el bistec de res alcanzó recientemente los 111 pesos el kilogramo, que representa un nivel nunca antes visto y además es 72 por ciento más caro que en agosto de 2008.
En el mismo lapso el precio de la carne molida de res se elevó 99 por ciento y el filete lo hizo en 80 por ciento. Los precios de las carnes a nivel nacional registran niveles históricos debido a factores internacionales que tienen que ver con cuestiones climatológicas que redujeron la oferta de la materia prima.
Productos como la pierna de pollo registran en el periodo mencionado un aumento de 54 por ciento, pasando de 34.4 a 52.9 pesos el kilo, mientras que en el lomo de cerdo el alza fue de 38.7 por ciento y de 81.6 por ciento en la milanesa de cerdo, que llegó a 93 pesos, de acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
FENÓMENO GLOBAL: SAGARPA
Al respecto Francisco Gurría Treviño, coordinador de ganadería de la Secretaría de Agricultura, dijo que si bien los precios de la carne han alcanzado niveles históricos se debe a factores internacionales, no obstante garantizó el abasto de carne para el consumo nacional.
"Hoy podemos decir con absoluta certeza que no hay un desabasto de carne, el alza en el precio del valor de los becerros, de los toretes y las vaquillas es un fenómeno internacional del cual México no puede ser ajeno".
Informó que al cierre del año ganadero México habrá exportado arriba de 800 mil cabezas de ganado en pie a Estados Unidos, muy por debajo del promedio de los últimos años que era de 1.1 millones. Dijo que en el país se sacrifican alrededor de 5.9 millones de cabezas lo que se traduce en 2.2 millones de toneladas de carne de res al año.
AFECTA A RESTAURANTEROS
Por su parte el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Manuel Andrés Gutiérrez, señaló que los costos de la carne se les han elevado entre 15 y 20 por ciento de enero a la fecha, sin embargo en este periodo sólo se ha repercutido el 6 por ciento a los comensales y el resto lo absorbe la industria.
"Los restaurantes han tenido que modificar sus precios un poco y otro poco lo tiene que absorber de sus utilidades porque el mercado y su situación no están como para poder reflejar los aumentos", dijo.