Economía

Si lo tuyo es dar malas noticias, Petrobras te está buscando

Ante la probable destitución de Dilma Rousseff, es probable que Petrobras también tenga que elegir nuevo jefe ejecutivo, pero para este puesto, desde el cual se han anunciado las malas noticias de la petrolera, no hay aspirantes a ocuparlo.

Lo que solía ser el mejor trabajo corporativo de Brasil para un jefe ejecutivo es ahora algo difícil de vender.

La probable destitución de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil ha despertado las expectativas de un cambio de liderazgo en Petrobras, puesto que el mandatario tradicionalmente ha escogido como jefes ejecutivos de la compañía a directivos de bancos y compañías que son controladas por el gobierno, aunque este trabajo en teoría corresponde a su junta directiva.

Petroleo Brasileiro, con cerca de 280 mil empleados de planta y eventuales y con el programa de inversión corporativa del país, normalmente tiene una de las más vacantes para CEO más disputadas. El posible sucesor de Rousseff, el vicepresidente Michel Temer, ha declarado que desea llenarla, aunque no de manera inmediata.

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Aldemir Bendine, el actual CEO de Petrobras, se hizo cargo de la empresa a principios de 2015 cuando el escándalo no había llegado a toda su magnitud. Bendine dio a conocer las pérdidas más grandes de la historia de la petrolera brasileña y actualmente está recortando cerca de 12 mil puestos conforme a su segundo programa de despidos.

Por ello, durante 2016 no será fácil encontrar un fuerte candidato en el sector. La productora de petróleo en alta mar está sentada sobre la carga de deuda más grande del sector. Anteriores jefes ejecutivos han tenido activos congelados y se defienden ellos mismos en una corte de Estados Unidos; otros directivos fueron a la cárcel y algunos
inversionistas prominentes esperan que el gobierno eventualmente rescatará a la vapuleada petrolera.

Los principales candidatos llenar la vacante de CEO han mostrado públicamente su desinterés por ésta.


Jorge Camargo, anterior jefe de la división internacional de Petrobras que actualmente dirige el Instituto Brasileño del Petróleo, aseguró que "cero, no hay ninguna oportunidad; he terminado mi tiempo en Petrobras".

El predecesor de Camargo en el IBP, Joao Carlos de Luca, ha dicho que tampoco está interesado; actualmente es el presidente de la Barra Energía Petróleo e Gas, uno de los socios de Petrobras en aguas profundas. Previamente fue director de exploración y producción de la petrolera así como presidente de la unidad de Repsol en Brasil.

Rodolfo Landim, jefe ejecutivo de la pequeña productora Ouro Pero Oleo e Gas, apagó su celular la última vez que la vacante de CEO estuvo disponible en 2015 para detener la avalancha de preguntas de los reporteros. No ha estado interesado en ella en ese entonces y a la fecha, no ha cambiado de opinión. "Estoy feliz donde estoy", aseguró.

Asimismo, los recientes esfuerzos para contratar un presidente para la unidad de distribución de combustible de Petrobras han evidenciado esta problemática. La compañía brasileña comenzó el reclutamiento para este puesto hace siete meses y todavía tiene que nombrar un reemplazo.

Una consultora identificó 90 potenciales candidatos, pero los finalistas rechazaron el empleo que ofrecía un salario anual de 1.5 millones de reales (430 mil dólares), por lo que la petrolera se prepara para una segunda jornada de búsqueda.

Por ello, Alessandra Simoes, cazatalentos del sector petrolero, comentó que "es un trabajo duro de reemplazar. Bendine es el mensajero del Apocalipsis, puesto que fue contratado para dar malas noticias. Yo no lo sacaría de allí hasta que finalice por completo la racha de noticias negativas".

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